¿Qué es el trastorno neurológico funcional?
El trastorno neurológico funcional (TNF) se refiere a una afección neurológica causada por cambios en la forma en que funcionan las redes cerebrales, en lugar de cambios en la estructura del cerebro en sí, como se observa en muchos otros trastornos neurológicos. Los síntomas físicos del TNF son genuinos, pero no pueden explicarse por los cambios en la estructura del cerebro. Se desconoce la causa exacta del TNF.
Los síntomas de TNF pueden incluir:
- Episodios similares a convulsiones
- Problemas de movimiento
- Problemas con la función cognitiva
- Mareos
- Dificultades del habla, como la aparición repentina de tartamudeo o problemas para hablar
- Problemas de visión o audición
- Dolor (incluida la migraña crónica)
- Lentitud y fatiga extremos
- Entumecimiento o incapacidad para percibir el tacto
El TNF puede causar múltiples síntomas que interfieren significativamente en el funcionamiento de la persona y la manera en que esta enfrenta su vida diaria. Los síntomas de TNF no se producen intencionalmente y pueden afectar cualquier parte del cuerpo. Los síntomas pueden aparecer repentinamente, aumentar cuando se les presta atención y disminuir cuando la persona está distraída.
Las imágenes cerebrales (como las imágenes por resonancia magnética [magnetic resonance imaging, MRI] y las tomografías computarizadas [computerized tomographies, CT]) y otras pruebas neurológicas suelen ser normales en las personas con TNF. No obstante, los estudios de investigación que han utilizado la neuroimagen funcional y la neurofisiología (que se centran en el funcionamiento del cerebro más que en su aspecto) han demostrado cambios en las conexiones entre las diferentes regiones del cerebro en las personas con TNF. En el TNF, el cerebro no puede enviar y recibir señales correctamente. Además, el sentido de agencia o de que uno controla sus propias acciones se ve afectado. Muchos estudios de investigación han demostrado que las personas con TNF tienen un aumento de la actividad en el sistema límbico, que trata las emociones y la conducta, y esto resulta en problemas para regular las emociones y responder al estrés.
Existen muchos tipos de TNF, con una variedad diversa de síntomas neurológicos. Para algunas personas, los síntomas son de corta duración. Para otras, pueden durar años.
Las dos categorías más frecuentes de TNF son las crisis funcionales o disociativas (también conocidas como crisis psicógenas no epilépticas [CPNE]) y el trastorno funcional del movimiento.
Crisis funcionales o disociativas
Las crisis funcionales o disociativas causan episodios similares a convulsiones que no se deben a una señalización eléctrica anormal en el cerebro. La persona puede tener episodios de movimiento, sensación y conducta similares a los de una convulsión y puede presentar una pérdida temporal de la atención o la memoria. La persona también puede estar confundida o experimentar una pérdida de la atención (sin temblores). La persona puede sentirse “desasociada” (o desconectada) de sus pensamientos o sentimientos.
Los síntomas asociados con las crisis funcionales/disociativas pueden incluir:
- Cierre de los ojos durante el episodio
- Movimiento de la cabeza de lado a lado
- Movimientos pélvicos violentos
- Ataques prolongados
- Hiperventilación
- Temblores por todo el cuerpo (con conciencia)
Trastorno funcional del movimiento
El trastorno funcional del movimiento afecta la manera en que el cuerpo se mueve. En el trastorno funcional del movimiento, puede verse cualquier tipo de movimiento anormal. Alrededor de la mitad de las veces, las personas con este trastorno experimentan más de un tipo de movimiento anormal. Los síntomas pueden incluir:
- Temblor
- Contracciones o sacudidas repentinas, involuntarias y breves de un músculo o grupo de músculos (mioclono)
- Contracciones musculares involuntarias que causan movimientos repetitivos lentos o posturas anormales (distonía)
- Problemas en la marcha (caminata), postura o equilibrio
- Espasmos musculares y rigidez
- Tics
- Debilidad o parálisis en las piernas y los brazos
El TNF puede ser difícil de comprender para la persona con el trastorno, sus familiares y amigos, y su equipo de atención médica. Los médicos pueden considerar erróneamente los síntomas del TNF como que la persona los está fingiendo o simulando, lo que puede hacer que los pacientes se sientan estigmatizados. El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a aliviar los síntomas y alcanzar la curación.
¿Quién tiene más probabilidades de desarrollar un trastorno neurológico funcional?
Cualquiera puede desarrollar TNF. Es más frecuente en las mujeres y puede afectar tanto a niños como a adultos. La mayoría de las personas con trastornos del movimiento funcional comienzan a tener síntomas alrededor de los 30 años de edad. Los síntomas de las crisis funcionales comienzan con más frecuencia a fines de los 20 años de edad. Las bases del TNF incluyen factores biológicos y sociológicos. Si bien los factores de riesgo en adultos incluyen la exposición a factores de estrés psicológico y antecedentes de adversidad en la infancia, dichos factores no se observan en todas las personas con TNF. En los niños, los factores de riesgo pueden incluir problemas familiares, acoso escolar, percepción de presión entre pares y abuso. Con frecuencia, las personas con TNF también presenten depresión, ansiedad o trastorno de estrés postraumático. Algunos estudios sugieren que los factores genéticos o ambientales pueden afectar el riesgo de la persona.
¿Cómo se diagnostica y trata el trastorno neurológico funcional?
Diagnóstico de TNF
No existe una sola prueba o biomarcador (signo biológico de enfermedad) para confirmar el diagnóstico de TNF. El diagnóstico de TNF se realiza en función de los antecedentes, los síntomas y el examen físico de la persona. Algunas señales pueden indicar TNF, incluido el signo de Hoover (una prueba física para identificar la debilidad funcional en las piernas) y lo que se denomina prueba de “inducción” para el temblor. La inducción implica mover la extremidad no afectada o menos afectada a un determinado ritmo para ver si la extremidad que experimenta temblor responde. El médico evaluará la salud, los antecedentes familiares y los antecedentes médicos de la persona para descartar cualquier afección neurológica o de otro tipo que pueda causar síntomas. El TNF puede coexistir con otros trastornos. El equipo de atención médica buscará desencadenantes y patrones específicos de síntomas para ayudar a hacer un diagnóstico.
Los médicos pueden solicitar pruebas, que pueden incluir estudios por imágenes como un EEG (electroencefalograma, que monitorea la actividad eléctrica del cerebro) o una EMG (electromiografía, que registra la actividad eléctrica en los músculos). Estas pueden ayudar a descartar otros trastornos y examinar síntomas como temblores, debilidad, problemas para caminar y problemas de visión.
Tratamiento del TNF
Para un tratamiento eficaz del TNF, es importante una comunicación sólida y bidireccional entre el proveedor de atención médica y el paciente. Esto ayudará a mejorar la comprensión del paciente sobre el trastorno y a involucrarlo activamente en su propio tratamiento. Un equipo de médicos y profesionales de la salud de diversas especialidades debe trabajar junto con la persona para ofrecer una combinación de tratamientos y atención integral. Actualmente, los dos enfoques de tratamiento principales incluyen fisioterapia y psicoterapia. Los medicamentos pueden ayudar con ciertos síntomas.
- Psicoterapia: la psicoterapia implica hablar con un profesional de la salud mental con licencia y capacitación sobre emociones, conducta y pensamientos negativos o problemáticos. La terapia cognitiva conductual (TCC) puede ayudar a la persona a modificar sus patrones de pensamiento para cambiar las emociones, el estado de ánimo o la conducta. La terapia psicodinámica puede ayudar a la persona a identificar y resolver patrones en los pensamientos, creencias y emociones que pueden causar algunos de los síntomas neurológicos. Los ejercicios de relajación y atención plena pueden ayudar a reducir el estrés. Algunas personas se benefician de la hipnosis para inducir la relajación y reducir los síntomas del TNF.
- Medicamentos: existen medicamentos disponibles para tratar el dolor, la ansiedad, la depresión, el insomnio y el dolor de cabeza que pueden ocurrir con el TNF. Las personas con crisis funcionales no deben tomar medicamentos anticonvulsivos. Los medicamentos anticonvulsivos no tratan los síntomas funcionales, como si fueran convulsiones epilépticas, e incluso podrían empeorar los síntomas.
- Otros tratamientos: algunos estudios de estimulación magnética transcraneal (EMT), que utilizan campos magnéticos generados fuera del cráneo para estimular las células nerviosas en el cerebro, han demostrado ser prometedores, aunque los resultados han sido mixtos. La estimulación eléctrica transcutánea (transcutaneous electrical stimulation, TENS), que utiliza corriente eléctrica no invasiva de bajo voltaje para activar los nervios, puede ser útil para aliviar ciertos dolores en personas con TNF.
Las personas con crisis funcionales disociativas deben tratar de identificar signos de advertencia y aprender técnicas para evitar daños o lesiones durante y después de una convulsión. Tenga en cuenta que las recidivas y exacerbaciones a menudo vuelven a aparecer, a pesar del tratamiento.
¿Cuáles son las últimas actualizaciones sobre el trastorno neurológico funcional?
El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, NINDS), un componente de los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health, NIH), el principal patrocinador de la investigación biomédica mundial, es el principal financiador federal para la investigación de trastornos neurológicos. Los científicos financiados por los NIH están trabajando para comprender mejor la neurobiología y la fisiopatología subyacentes del TNF mediante el uso de MRI (imágenes por resonancia magnética) para desarrollar biomarcadores de neuroimágenes, signos biológicos de la enfermedad que pueden usarse para el diagnóstico, la evaluación de riesgos o para monitorear el progreso del TNF. Entre otras investigaciones, los investigadores esperan desarrollar una prueba para diagnosticar y tratar mejor el TNF.
¿Cómo podemos un ser querido o yo ayudar a mejorar la atención de las personas con trastorno neurológico funcional?
Considere participar en un ensayo clínico para que los médicos y científicos puedan obtener más información sobre el TNF y los trastornos relacionados. La investigación clínica con participantes clínicos puede ayudar a los investigadores a obtener más información sobre un trastorno y quizás encontrar mejores maneras de detectar, tratar o prevenir enfermedades de manera segura.
Todos los tipos de participantes humanos son necesarios, los que están sanos o pueden tener una enfermedad, de todas las diferentes edades, sexos, razas y orígenes étnicos para garantizar que los resultados del estudio se apliquen a tantas personas como sea posible, y que los tratamientos sean seguros y eficaces para todas las personas que los utilizarán.
Para obtener información sobre la participación en la investigación clínica, visite NIH Clinical Research Trials and You (en inglés). Puede obtener información sobre los ensayos clínicos que actualmente buscan personas con TNF en Clinicaltrials.gov (en inglés).
¿Dónde puedo encontrar más información sobre el trastorno neurológico funcional?
Puede encontrar información disponible de los siguientes recursos: