Tumores del cerebro y la médula espinal

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¿Qué son los tumores del cerebro y la médula espinal?

Un tumor es una masa sólida que se forma cuando las células anormales se agrupan. Los tumores se desarrollan cuando ocurre un problema en los genes que controlan el crecimiento celular, lo que permite que las células crezcan y se dividan sin control. 

Los tumores pueden formarse en cualquier parte del cuerpo, incluido el cerebro y la médula espinal–el conjunto de nervios y fibras nerviosas que envía y recibe señales del cerebro. El cerebro y la médula espinal forman el sistema nervioso central (SNC). 

Algunos tumores no causan ningún síntoma. Otros pueden destruir o dañar células sanas, presionar tejidos sensibles del cuerpo o bloquear el flujo de sangre, líquidos o señales hacia y desde el cerebro.

Existen tratamientos disponibles para evitar que los tumores empeoren, especialmente cuando se detectan a tiempo.

Los tumores no siempre significan cáncer. Pueden ser:

  • Benignos (no cancerosos): Estos tumores no se diseminan a otras partes del cuerpo y es posible que no requieran tratamiento si no causan problemas graves. Si necesitan tratamiento, la cirugía es el tipo más común.
  • Malignos (cancerosos): Estos tumores pueden invadir el tejido circundante y diseminarse (hace metástasis) a otras partes del cuerpo. A veces, la cirugía puede eliminar por completo los tumores malignos. Sin embargo, puede ser difícil identificar los bordes exactos de estos tumores, lo que dificulta que los cirujanos los extraigan por completo. La cirugía no puede eliminar completamente los tumores que se han diseminado por el cuerpo. 

El Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés) ofrece más información sobre los tumores poco comunes del cerebro y la médula espinal (en inglés).

Síntomas de los tumores

Los tumores del sistema nervioso central (SNC) pueden causar una gran variedad de síntomas, lo que puede dificultar su detección. Los síntomas dependen de la ubicación, el tamaño, la velocidad de crecimiento y el tipo de tumor.

Los dolores de cabeza son el síntoma más común de los tumores cerebrales, y el dolor de espalda es un síntoma temprano frecuente de los tumores de la médula espinal.

El daño en áreas específicas del cerebro y la médula espinal provoca síntomas específicos. Por ejemplo, un tumor en el área motora (que coordina el movimiento voluntario) puede causar debilidad muscular. 

Síntomas de los tumores cerebrales 

Un tumor cerebral puede causar una variedad de síntomas, entre ellos:

  • Dolores de cabeza que pueden empeorar gradualmente con el tiempo
  • Convulsiones (especialmente si comienzan en la edad sin una causa aparente)
  • Náuseas y vómitos
  • Problemas de visión o audición
  • Cambios en la personalidad, el comportamiento y las funciones cognitivas
  • Episodios psicóticos (como alucinaciones)
  • Problemas con el habla, el lenguaje, el pensamiento y la memoria
  • Trastornos hormonales o del sueño
  • Disminución del sentido del olfato

Otros posibles síntomas de tumores cerebrales en adultos incluyen problemas de movimiento y equilibrio, como:

  • Debilidad o fatiga
  • Parálisis (como parálisis facial o caída del párpado)
  • Dificultad para tragar
  • Falta de coordinación, mareos, torpeza o dificultad para caminar
  • Pérdida gradual de sensibilidad o movimiento en un brazo o una pierna
  • Pérdida del equilibrio o de la estabilidad

En los bebés, el signo más evidente de un tumor cerebral es el ensanchamiento rápido de la cabeza o la hinchazón alrededor de la fontanela (el punto blando en la parte superior de la cabeza).   

Síntomas de los tumores de la médula espinal 

Los síntomas comunes de un tumor en la médula espinal incluyen:

  • Dolor de espalda agudo, ardiente o con sensación de hormigueo, que puede ser constante y severo, y extenderse a otras partes del cuerpo
  • Entumecimiento o pérdida de sensibilidad, especialmente en los brazos y las piernas
  • Problemas de movimiento y pérdida del control muscular
  • Dificultad para caminar
  • Problemas para controlar los intestinos o la vejiga
 

Diferentes tipos de tumores del sistema nervioso central (SNC)

Los tumores del SNC se denominan tumores primarios cuando se forman por primera vez. Se llaman tumores secundarios (o metastásicos) cuando provienen de un tumor en otra parte del cuerpo y se diseminan al cerebro o la médula espinal. Los tumores secundarios son más comunes que los tumores primarios del SNC y ocurren con mayor frecuencia en adultos que en niños.

Existen más de 120 tipos de tumores del cerebro y la médula espinal. Algunos de estos tumores son únicamente benignos o malignos, pero otros pueden ser ambos, dependiendo de su grado de progresión. Los siguientes tumores del SNC se agrupan según la probabilidad de que sean benignos o malignos:

Tumores benignos del SNC

Tumores del plexo coroideo

Estos tumores infantiles poco comunes, por lo general benignos, se desarrollan lentamente y pueden aumentar la producción y bloquear el flujo del líquido cefalorraquídeo (LCR), que protege y amortigua el cerebro y la médula espinal. Esto puede causar síntomas como dolores de cabeza y aumento de la presión dentro del cráneo. Una forma cancerosa más rara puede diseminarse a través del LCR.

Meningioma

Los meningiomas (en inglés) son tumores que se desarrollan a partir de las delgadas membranas, o meninges, que recubren el cerebro y la médula espinal. Por lo general, son benignos, crecen lentamente y no suelen invadir el tejido normal circundante. Los meningiomas rara vez se diseminan a otras partes del sistema nervioso central o del cuerpo. Cuando tumores de otras partes del cuerpo se diseminan a las meninges, esto se conoce como carcinomatosis meníngea (en inglés).

Tumores pituitarios (también llamados adenomas pituitarios)

Los tumores pituitarios (en inglés) son pequeños y se forman en la glándula pituitaria, que regula muchos niveles hormonales en el cuerpo. La mayoría de los tumores pituitarios son benignos y se vuelven más comunes con la edad. Estos tumores se clasifican como no secretores o secretores. Los tumores secretores liberan niveles inusualmente altos de hormonas pituitarias, lo que puede desencadenar afecciones neurológicas, como el síndrome de Cushing, una enfermedad perjudicial en la que el cuerpo produce demasiada hormona cortisol. 

Tumores vasculares

Los tumores vasculares son poco comunes y, por lo general, benignos. En el sistema nervioso central, estos tumores se forman en los vasos sanguíneos del cerebro y la médula espinal. El tipo más común de tumor vascular es el hemangioblastoma (en inglés). Son masas similares a quistes formadas por vasos sanguíneos enredados que, por lo general, no se diseminan.

Tumores malignos del SNC

Glioma

Los gliomas son el tipo más común de tumor cerebral. Se desarrollan a partir de varios tipos de células gliales, que ayudan a las neuronas a funcionar correctamente.  Los astrocitomas (en inglés) son un tipo de glioma que se forma en células gliales con forma de estrella llamadas astrocitos. Otros tipos de gliomas incluyen:

  • Gliomas de la línea media: se diseminan ampliamente a través del tronco encefálico y las estructuras de la línea media del cerebro, y por lo general son poco comunes en adultos
  • Ependimomas: se forman en las células ependimarias, un tipo de célula glial que recubre el cerebro y la médula espinal, y ocurren con mayor frecuencia en niños pequeños
  • Oligodendrogliomas: se desarrollan en los oligodendrocitos, un tipo de célula glial, y pueden causar convulsiones
  • Gliomas ópticos: se encuentran en o cerca de los nervios que conectan el ojo con los centros de visión del cerebro, y son comunes en personas con neurofibromatosis (en inglés)

No todos los gliomas progresan al mismo ritmo, y el impacto que tienen en la persona varía. El pronóstico de un glioma depende de la gravedad del tumor, así como de factores como la edad de la persona y sus antecedentes médicos. 

Tumores embrionarios

Los tumores embrionarios (en inglés) pueden originarse en células que quedaron del desarrollo temprano del sistema nervioso. Pueden diseminarse por el cerebro y la medula espinal de manera dispersa e irregular. Los dos tumores embrionarios más comunes son el meduloblastoma (en inglés) y el neuroblastoma del SNC (en inglés). 

El tumor teratoide/rabdoide atípico (AT/RT, por sus siglas en inglés) es otro tipo de tumor cerebral embrionario que puede diseminarse a la medula espinal. Es poco común y, por lo general, crece rápidamente, con síntomas que suelen empeorar con mucha rapidez. 

¿Quién tiene más probabilidades de desarrollar tumores en el cerebro y la médula espinal?

Cualquier persona puede desarrollar un tumor primario en el cerebro o la médula espinal, pero el riesgo general es muy bajo. Entre quienes desarrollan tumores del sistema nervioso central, son más comunes en los adultos mayores.

Aunque los tumores cerebrales no son comunes en niños, tienden a presentarse con mayor frecuencia en menores de 9 años. Los tumores cerebrales son la principal causa de muerte por cáncer en la población infantil.

Los investigadores aún están tratando de entender por qué se desarrollan los tumores del sistema nervioso central, especialmente los primarios. Las posibles causas incluyen: 

  • Infecciones virales
  • Exposición a ciertos productos químicos, radiación y otros materiales peligrosos
  • Trastornos del sistema inmunológico 

Algunas afecciones que causan tumores tienden a heredarse en las familias, y las mutaciones genéticas o las enfermedades hereditarias pueden dar lugar a tumores primarios del SNC. Estas pueden incluir:

Otros factores de riesgo para desarrollar un tumor primario del SNC influyen la raza (por ejemplo, los hombres blancos tienen más probabilidades de desarrollar un tumor del SNC) y la ocupación. En particular, los trabajadores cuyos empleos implican contacto repetido con radiación ionizante o ciertos productos químicos–incluidos materiales utilizados en suministros de construcción o en las industrias de plásticos y textiles–tienen un mayor riesgo de desarrollar un tumor cerebral.

¿Cómo se diagnostican y se tratan los tumores del cerebro y la médula espinal?

Diagnóstico de los tumores cerebrales y de la médula espinal

Para diagnosticar un tumor del SNC, un médico revisará los antecedentes médicos y familiares de la persona y realizará exámenes físicos y neurológicos. En algún momento probablemente derivará al paciente a un especialista, como un neurólogo, oncólogo o neurooncología.

Recibir asesoramiento médico especializado sobre los tumores del cerebro y la médula espinal es fundamental, ya que diagnosticar el tipo específico de tumor suele ser difícil. Algunos tipos de tumores son poco comunes y no se comprenden bien. Obtener una segunda opinión en un centro oncológico integral o con un neurooncólogo con experiencia en el tratamiento del tipo específico de tumor puede ser de gran ayuda. 

Para diagnosticar un tumor cerebral o de la médula espinal, el médico puede solicitar estudios de diagnóstico por imágenes, que pueden incluir:

  • Tomografía computarizada (TC)
  • Resonancia magnética (RM) - el estándar de oro para diagnosticar tumores del SNC
  • Resonancia magnética funcional (MRf)
  • Espectroscopía por resonancia magnética (ERM)
  • Tomografía por emisión de positrones (TEP o PET, por sus siglas en inglés)
  • Tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT)
  • Angiografía

También se pueden utilizar pruebas de laboratorio y otros estudios para ayudar a diagnosticar tumores del SNC, entre ellos:

  • Análisis de sangre y orina
  • EEG (electroencefalogram)
  • Análisis del LCR - mediante una punción lumbar
  • Magnetoencefalografía (MEG)
  • Biopsia (en inglés), en la que el médico extrae una pequeña muestra de tejido para que un especialista la analice

Obtenga más información sobre las pruebas y procedimientos de diagnóstico neurológico.

Tratamiento de los tumores del cerebro y la médula espinal

Los tumores malignos requieren algún tipo de tratamiento, mientras que algunos tumores benignos pequeños pueden necesitar solo seguimiento. El tratamiento de los tumores es diferente y único para cada persona. Un equipo especializado de médicos orienta y acompaña a las personas a lo largo del tratamiento de los tumores del cerebro y la médula espinal. El equipo de tratamiento puede incluir a un:

  • Neurólogo: médico especializado en trastornos del sistema nervioso central (SNC)
  • Neuro-oncólogo: urólogo u oncólogo especializado en tumores del SNC
  • Neurorradiólogo: médico especializado en el SNC y capacitado para interpretar estudios de diagnóstico por imágenes
  • Oncólogo neuroquirúrgico: cirujano del cerebro o la médula espinal con formación especializada en la extirpación de tumores del SNC
  • Oncólogo: médico especializado en el diagnóstico y tratamiento del cáncer
  • Patólogo: médico clínico que diagnostica enfermedades de tejidos o células mediante diversas pruebas de laboratorio
  • Neurocirujano: cirujano especializado en el cerebro o la médula espinal
  • Oncólogo radioterapeuta: médico especializado en el uso de la radiación para tratar el cáncer

El equipo médico recomendará un plan de tratamiento según la ubicación, el tipo, el tamaño y el nivel de agresividad del tumor. También tendrá en cuenta los antecedentes médicos, la edad, el estado general de salud y el sistema de apoyo de la persona para elegir el plan de tratamiento más adecuado. 

El tratamiento inicial para un tumor del SNC puede incluir una variedad de medicamentos para tratar o aliviar los síntomas, entre ellos:

  • Anticonvulsivos para tratar o prevenir las convulsiones
  • Analgésicos para el dolor
  • Esteroides u otros medicamentos antiinflamatorios para reducir la hinchazón y mejorar el flujo sanguíneo
  • Antidepresivos para tratar la ansiedad o la depresión que pueden surgir tras el diagnóstico de un tumor
  • Medicamentos contra las náuseas
  • Medicamentos antiinflamatorios para disminuir la inflamación y/o el dolor asociado

Los medicamentos para tratar directamente los tumores pueden incluir la terapia dirigida (en inglés), que actúa sobre genes y proteínas específicos involucrados en el crecimiento de las células tumorales. Algunos ejemplos de terapias dirigidas son los inhibidores de las mutaciones BRAF e IDH, que pueden causar tumores malignos.

El tratamiento de los tumores del SNC también pueden incluir una combinación de cualquiera de las siguientes opciones terapéuticas:

Neurocirugía

La neurocirugía (cirugía en el sistema nervioso central) suele ser el primer tratamiento que los médicos consideran para tratar los tumores del cerebro y la médula espinal. En algunos casos, la cirugía puede eliminar completamente un tumor. 

Algunos tumores se encuentran en zonas profundas del cerebro, cerca de estructuras vitales (como el tronco encefálico), o no tienen bordes bien definidos. En estos casos, la cirugía puede ser demasiado riesgosa, pero una biopsia puede ayudar a los médicos a comprender mejor el tumor y el tratamiento necesario.

Durante la neurocirugía o las biopsias, los neurocirujanos utilizan distintas herramientas para reducir el riesgo de dañar los tejidos que rodean el tumor. Estas herramientas incluyen imágenes que guían al cirujano durante la operación y estimulación eléctrica directa del cerebro para ayudar a identificar las áreas responsables de funciones como el movimiento o la visión. En algunos casos, los pacientes pueden permanecer despiertos durante la neurocirugía para que los cirujanos puedan evaluar su capacidad de movimiento y habla durante el procedimiento.

Para tumores malignos, obtenga más información sobre la cirugía para tratar el cáncer (en inglés).

Radioterapia

La radioterapia (en inglés) generalmente consiste en administrar dosis repetidas de haces de alta energía (como rayos X o portones) para destruir las células tumorales o impedir que se multipliquen. Los haces se dirigen de forma precisa para reducir el daño al tejido sano. La radioterapia puede reducir el tamaño de los tumores. También puede utilizarse para tratar tumores que representan un riesgo demasiado alto o que no pueden extirpar completamente mediante cirugía. 

El equipo médico decidirá qué tipo de radioterapia es la más adecuada para tratar un tumor según su tipo, tamaño y ubicación. 

El tratamiento con radiación tiene como objetivo reducir el daño al tejido sano circundante, pero aun así puede causar efectos secundarios. Estos varían de una persona a otra y algunos síntomas son temporales. Los efectos secundarios suelen comenzar aproximadamente dos semanas después de iniciar el tratamiento.

La radioterapia en niños pequeños, especialmente en los menores de 3 años, puede causar problemas en el aprendizaje, el procesamiento de la información, el pensamiento y el crecimiento.

Existen efectos secundarios tardíos de la radiación que pueden aparecer meses o incluso años después del tratamiento, incluyendo un mayor riesgo de desarrollar un cáncer secundario. En algunos casos, el tratamiento puede causar encogimiento (atrofia) del cerebro o la médula espinal.

Quimioterapia

La quimioterapia (en inglés) utiliza medicamentos potentes para destruir las células tumorales o impedir que crezcan o se diseminan. Se administra en ciclos para dañar y eliminar de manera más eficaz estas células y permitir que las células normales se recuperen del daño.

Campos de tratamiento tumoral (TTF)

Los campos de tratamiento tumoral (TTF, por sus siglas en inglés) son un tipo de tratamiento contra el cáncer que utiliza campos eléctricos de baja energía para impedir que las células cancerosas crezcan y se dividan. Actualmente, los médicos utilizan los TTF para  tratar glioblastomas.

Terapias alternativas y complementarias

Las terapias alternativas y complementarias (en inglés) pueden ayudar a las personas con un tumor a sobrellevar mejor el diagnóstico, el tratamiento o los síntomas. Sin embargo, algunas de estas terapias pueden ser perjudiciales si se utilizan durante o después de los tratamientos estándar. El equipo médico puede ayudar a los pacientes a planificar de manera segura el uso de terapias alternativas y complementarias.

Algunos ejemplos comunes incluyen:

  • Suplementos nutricionales y herbales
  • Vitaminas
  • Dietas especiales
  • Técnicas mente-cuerpo para relajarse y reducir el estrés
 

¿Cuáles son las últimas novedades sobre los tumores cerebrales y de la médula espinal?

El instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS), parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), es el principal financiador federal de la investigación sobre el cerebro y el sistema nervioso, incluyendo estudios sobre tumores cerebrales y de la médula espinal. NINDS respalda investigaciones nuevas e innovadoras para comprender mejor, diagnosticar y tratar los tumores del sistema nervioso central (SNC). Los proyectos de investigación apoyados por NINDS abarcan una amplia gama de temas relacionados con estos tumores. El NIH apoya gran parte de su investigación sobre tumores a través de los esfuerzos colaborativos de NINDS y el Instituto Nacional del Cáncer (NCI). 

Varios de los tratamientos actuales para el SNC eran terapias experimentales hace solo una década. Los científicos continúan investigando formas de comprender, diagnosticar y tratar mejor los tumores del SNC. Su investigación sobre los factores genéticos de riesgo, las causas ambientales y los mecanismos moleculares de los tumores podría conducir a tratamientos innovadores. 

De forma conjunta, la División de Neurocirugía del NINDS y la División de Neurooncología del NCI coordinan la atención clínica y la investigación para desarrollar y evaluar la eficacia y seguridad de nuevas terapias para personas con tumores del SNC. Estas opciones de tratamiento experimental pueden incluir nuevos medicamentos, terapias combinadas, terapia génica, imágenes avanzadas e inteligencia artificial, “agentes inmunológicos” biológicos, cirugía y radioterapia.

El sistema inmunológico ataca las sustancias extrañas en el cuerpo, pero como el cuerpo no siempre identifica las células cancerosas como extrañas, en muchos tipos de tumores cerebrales no se produce una respuesta inmune significativa. Los investigadores están probando distintas terapias biologicas and inmunoterapias para provocar una respuesta inmune fuerte contra las células tumorales, entre ellas:

  • Proteínas (como la interleucina y el interferón) y otras sustancias que ralentizan el crecimiento tumoral
  • Anticuerpos (proteínas que normalmente produce el cuerpo para combatir bacterias y virus) que utilizan ciertos medicamentos para localizar las células tumorales y llevar toxinas directamente a ellas
  • Terapia génica, que utiliza un virus capaz de atravesar la barrera hematoencefálica para introducir un gen que destruye las células tumorales
  • Terapia con vacunas, que refuerza la respuesta inmunitaria y hace que el cuerpo ataque al tumor
  • Se están explorando diferentes métodos para introducir tratamiento en las células tumorales porque presentan menos riesgo de desencadenar respuestas inmunitarias o causar daño celular en comparación con los métodos tradicionales. Estos métodos incluyen los llamados vectores no virales (por ejemplo, liposomas, nanopartículas o vectores poliméricos).
  • Las terapias basadas en células son otro tratamiento prometedor para los tumores cerebrales. En particular, las células madre modificadas listas para usar ofrecen una posible vía para tratar lo que queda del glioblastoma multiforme después de la cirugía. Un tipo de tratamiento llamado con células T con receptor de antígeno quimérico (CART-T) es una opinión emergente para el tratamiento del glioma difuso de la línea media (DMG), un cáncer del sistema nervioso central que resulta mortal en niños y adolescentes.

Los investigadores están explorando nuevas terapias dirigidas y enfoques innovadores para la administración de medicamentos. El NCI y el NINDS están financiando investigaciones para entender qué tipos de células cancerosas en el cerebro tienen más probabilidad de invadir agresivamente el tejido sano circundante. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado terapias dirigidas para las mutaciones BRAF e IDH, que pueden causar el crecimiento de tumores malignos. Los investigadores continúan avanzando en el desarrollo de estos tratamientos. 

Los científicos están probando distintas terapias dirigidas para atacar las células que se vuelven cancerosas, incluyendo:

  • Compuestos que bloquean el crecimiento de los vasos sanguíneos y el flujo de nutrientes y oxígeno hacia el tumor
  • Herramientas de detección diagnóstica y terapéutica para oncogenes–genes transformados que participan en el crecimiento celular y hacen que las células normales se dividan sin control y se vuelvan malignas
  • Inhibidores de cinasas–proteínas que bloquean las enzimas que envían señales de crecimiento sin dañar las células normales–y que podrían hacer que los tumores del SNC sean más sensibles a la quimioterapia

Los biomarcadores son moléculas u otras sustancias presentes en la sangre o en los tejidos que pueden usarse para diagnosticar o monitorear una enfermedad. Identificar biomarcadores de tumores del SNC puede ayudar a los científicos a comprender el riesgo de desarrollar tumores debido a toxinas ambientales y otras causas. Esta investigación también podría conducir al desarrollo de nuevos tratamientos. 

Los científicos de los NIH han identificado algunos biomarcadores de tumores del SNC, como el gen receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), y han señalado la proteína ácida fibrilar glial (GFAP) como otro posible biomarcador. La identificación de biomarcadores podría mejorar el diagnóstico, el monitoreo y el tratamiento de los tumores. 

Los investigadores están encontrando nuevas formas de combinar tratamientos—como la radioterapia y la quimioterapia—con otras terapias. Esto podría hacer que estos tratamientos sean menos tóxicos y mejorar su capacidad para reducir el tamaño de los tumores.

La investigación en cirugía ayuda a los científicos a entender cómo combinar la cirugía con otros tratamientos y a mejorar la calidad de vida y la supervivencia después de una operación por tumores del SNC. Investigadores apoyados por el NINDS están probando nuevas formas de mejorar el proceso quirúrgico, como el uso de técnicas fluor escenica y otras tecnologías de imagen para guiar a los cirujanos en la extirpación de tumores.

Para artículos y resúmenes de investigación sobre tumores del cerebro y la médula espinal, consulte PubMed (en inglés), que contiene citas de revistas médicas y otros sitios especializados.

 

¿Debe participar en un estudio clínico? (en inglés)

Los ensayos clínicos son estudios que nos permiten obtener más información sobre los trastornos y mejorar la atención. Pueden ayudar a conectar a los pacientes con opciones de tratamiento nuevas y a futuro.

¿Cómo puedo yo o un ser querido ayudar a mejorar la atención para personas con tumores del cerebro o la médula espinal?

Los ensayos clínicos aumentan nuestro conocimiento sobre los tumores del SNC con el objetivo de mejorar la forma en que los médicos los tratan. Considere participar en un ensayo clínico para que los profesionales de la salud y los científicos puedan aprender más sobre los tumores cerebrales y de la médula espinal. La investigación clínica con personas participantes ayuda a los investigadores a comprender mejor un trastorno y, posiblemente, a encontrar formas más seguras de detectarlo, tratarlo o prevenirlo. 

Se necesitan todo tipo de participantes–personas sanas o que tengan alguna enfermedad o afección–de todas las edades, sexos, razas y etnias. Esto ayuda a garantizar que los resultados de los estudios se apliquen al mayor número posible de personas y que los tratamientos sean seguros y eficaces para todos quienes los necesiten. 

Para obtener información sobre cómo participar en investigaciones clínicas, visite NIH Clinical Research Trials and You (en inglés). Conozca los ensayos clínicos que actualmente están buscando personas con tumores del SNC en Clinicaltrials.gov (en inglés), una base de datos que se puede buscar y que incluye estudios clínicos actuales y anteriores, así como sus resultados.

Para obtener más información sobre ensayos clínicos relacionados con el cáncer, consulte National Cancer Institute Clinical Trials (en inglés).

¿Dónde puedo encontrar más información sobre los tumores del cerebro y la médula espinal?

Para obtener más información, investigaciones adicionales y posibles grupos de apoyo en su área, comuníquese con los siguientes organizaciones:

National Cancer Institute (NCI) (en inglés)
800-422-6237

NCIinfo@nih.gov

American Brain Tumor Association (ABTA) (en inglés)
773-577-8750 or 800-886-2282

info@abta.org

American Cancer Society (en inglés)
800-227-2345

Brain Tumor Network (en inglés)
904-395-5220

Childhood Brain Tumor Foundation (en inglés)
877-217-4166 or 301-515-2900

Children's Brain Tumor Foundation (en inglés)
212-448-9494

National Brain Tumor Society (en inglés)
617-924-9997

Nevus Outreach, Inc. (en inglés)
501-500-1932

Pediatric Brain Tumor Foundation (en inglés)
800-253-6530 
familysupport@curethekids.org

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