Meningitis

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¿Qué es la meningitis?

La meningitis es una infección de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, denominadas meninges. La meningitis a menudo aparece con síntomas similares a los de la gripe que se desarrollan a lo largo de uno o dos días. La mayoría de los casos de meningitis en los EE. UU. son causados por una infección viral, pero también pueden ser causados por bacterias, parásitos y hongos.

Los signos de meningitis pueden incluir:

  • Fiebre repentina
  • Dolor de cabeza intenso
  • Náuseas o vómitos
  • Visión doble
  • Sensibilidad a la luz brillante
  • Rigidez en el cuello

Por lo general, se observan erupciones cutáneas características en algunas formas de la enfermedad. La meningitis bacteriana puede estar asociada con insuficiencia renal y de la glándula suprarrenal y con síndrome de choque. Los signos importantes que se deben observar en un bebé incluyen fiebre, letargo, no despertarse para alimentarse, vómitos, rigidez corporal, irritabilidad inexplicable/inusual y la fontanela (el punto blando en la parte superior de la cabeza) tensa o abultada.

Algunos casos de meningitis mejoran por sí solos sin tratamiento. Otros requieren tratamiento de emergencia con antibióticos y pueden ocasionar la muerte. Debido a que la enfermedad puede ocurrir de repente y progresar rápidamente, cualquier persona con sospecha de tener meningitis debe comunicarse de inmediato con un médico o ir al hospital.

Tipos de meningitis

Existen múltiples tipos de meningitis, categorizadas por la causa de la infección o inflamación en las meninges.

Meningitis bacteriana

La meningitis bacteriana es una enfermedad rara pero potencialmente mortal. Diversos tipos de bacterias pueden primero causar una infección en las vías respiratorias superiores y luego viajar a través del torrente sanguíneo hasta el cerebro. La enfermedad también puede ocurrir si las bacterias invaden las meninges directamente, en lugar de viajar desde otro lugar del cuerpo. La meningitis bacteriana puede causar accidente cerebrovascular, pérdida de la audición y daño cerebral permanente. Los tipos de meningitis bacteriana incluyen:

  • Meningitis neumocócica, que es la forma más frecuente y grave de meningitis bacteriana. Esta es causada por la bacteria Streptococcus pneumoniae, que también causa neumonía, intoxicación de la sangre (septicemia) e infecciones en el oído y los senos paranasales. La meningitis neumocócica es particularmente peligrosa en niños menores de 2 años y adultos con un sistema inmunitario debilitado. Las personas que han tenido meningitis neumocócica a menudo sufren daño neurológico, que puede abarcar desde sordera hasta daño cerebral grave. Existen vacunas disponibles para algunas cepas de la bacteria neumocócica.
  • La meningitis meningocócica es muy contagiosa. Es causada por la bacteria Neisseria meningitidis. Los grupos de alto riesgo incluyen bebés, personas con sistemas inmunitarios deprimidos, personas que viajaron a países extranjeros donde la enfermedad es frecuente y personas que viven en residencias o cuarteles, incluidos estudiantes universitarios (en el primer año en particular) y reclutas militares. Entre el 10 y el 15 % de los casos de meningitis meningocócica son mortales, y otro 10 a 15 % de los casos causan daño cerebral y otros efectos secundarios graves. Las personas que están en contacto cercano con una persona diagnosticada con meningitis meningocócica deben recibir antibióticos preventivos.

Otras formas de meningitis bacteriana incluyen:

  • Meningitis por Listeria monocytogenes, que a veces puede contagiarse a través de alimentos como lácteos o embutidos no pasteurizados, y es más frecuente en adultos mayores, recién nacidos y personas inmunocomprometidas.
     
  • Meningitis por E. coli, que es más frecuente en adultos mayores, recién nacidos y personas con dispositivos cerebrales implantados o que se han sometido a una cirugía de cerebro. Puede transmitirse de la madre al bebé a través del canal de parto.
     
  • Meningitis por Mycobacterium tuberculosis, una enfermedad rara que ocurre cuando las bacterias que causan la tuberculosis atacan las meninges.

La meningitis por Haemophilus influenzae fue, en el pasado, la forma más frecuente de meningitis bacteriana. Afortunadamente, la vacuna de HIB (haemophilus influenzae b) ha reducido en gran medida la cantidad de casos en los Estados Unidos. Quienes tienen mayor riesgo de contraer esta enfermedad son los niños en entornos de atención infantil y los niños que no tienen acceso a la vacuna.

Meningitis viral

Por lo general, la meningitis viral es causada por enterovirus. Los enterovirus son virus frecuentes que generalmente ingresan al cuerpo a través de la boca y la nariz. Los enterovirus están presentes en la mucosidad, la saliva y las heces, y pueden transmitirse otros virus que pueden causar meningitis incluyen los virus de la varicela zóster (que causa la varicela y la culebrilla), la influenza, las paperas, el VIH y el herpes.

Meningitis fúngica

Las infecciones por hongos también pueden causar meningitis. La forma más frecuente de meningitis fúngica es causada por un hongo que se encuentra en las heces de las aves y la tierra conocida como Cryptococcus neoformans. La meningitis causada por este hongo (meningitis criptocócica) se produce mayormente en personas inmunocomprometidas, pero también puede ocurrir en personas sanas. Puede demorarse en su desarrollo y vivir en el cuerpo durante semanas antes de presentar síntomas. Aunque es tratable, la meningitis fúngica muchas veces vuelve a aparecer en la mitad de las personas afectadas.

Los parásitos que causan meningitis son más frecuentes fuera de los EE. UU. e incluyen cisticercosis (una infección por una tenia en el cerebro) y malaria cerebral. Existen casos raros de meningitis causada por amebas (organismos de células únicas), a veces relacionados con nadar en agua dulce. Estos pueden ser rápidamente mortales.

¿Quién tiene más probabilidades de desarrollar meningitis?

Cualquiera puede desarrollar meningitis, aunque las personas con el sistema inmunitario debilitado, incluidas las personas que viven con VIH/SIDA y las que toman medicamentos que suprimen la activación del sistema inmunitario tienen un mayor riesgo.

Algunas formas de meningitis bacteriana son contagiosas y pueden propagarse a través del contacto con:

  • Saliva
  • Secreción nasal
  • Heces
  • Besar, toser o compartir vasos, utensilios para comer o artículos personales como cepillos de dientes

Las personas que comparten un hogar, un centro de guardería o un aula con una persona infectada pueden infectarse. Cualquier niño que no haya recibido vacunas de rutina tiene un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de meningitis bacteriana. Los factores de riesgo adicionales incluyen la exposición ambiental y los viajes recientes (como la exposición a un parásito o la picadura de un insecto).

No toda meningitis es causada por infecciones. Las causas no infecciosas incluyen enfermedades autoinmunitarias/reumatológicas y ciertos medicamentos.

Prevención de la meningitis

Las personas deben evitar compartir alimentos, utensilios, vasos y otros objetos con alguien que pueda estar expuesto a la meningitis o que tenga meningitis. Todas las personas deben lavarse las manos con frecuencia, con agua y jabón. Las áreas de convivencia comunitaria, como las residencias o los cuarteles, deben limpiarse y desinfectarse regularmente para evitar la propagación de infecciones.

Existen vacunas efectivas disponibles para prevenir la meningitis por Haemophilus influenzae, la meningitis neumocócica y la meningitis meningocócica.

Se pueden recetar antibióticos a las personas que viven, trabajan o van a la escuela con una persona a con diagnóstico de meningitis bacteriana durante algunos días como medida preventiva.

Para reducir el riesgo de ser picado por un mosquito o insecto infectado, las personas deben:

  • Limitar las actividades al aire libre durante la noche
  • Usar pantalones y ropa de manga larga cuando estén al aire libre
  • Usar repelentes de insectos que sean más efectivos para esa región en particular
  • Tratar de mantenerse alejadas de áreas exteriores cerca de fuentes de agua estancada donde se reproducen mosquitos y otros insectos

¿Cómo se diagnostica y trata la meningitis?

Diagnóstico de meningitis

El diagnóstico temprano de la meningitis puede marcar una gran diferencia en la recuperación o supervivencia de la persona. Los síntomas pueden aparecer repentinamente y agravarse hasta alcanzar el daño cerebral, la pérdida de la audición y/o la visión e incluso la muerte. Si se sospecha que una persona tiene meningitis, el proveedor de atención médica le preguntará sobre las actividades realizadas en los últimos días o semanas, incluidos viajes, exposición a insectos, contacto con personas enfermas, etc. El médico también realizará un examen físico y revisará los antecedentes médicos de la persona para identificar afecciones médicas preexistentes y medicamentos. Los médicos pueden usar varias pruebas de diagnóstico para confirmar la presencia de infección o inflamación en las meninges. 

Las pruebas de diagnóstico para la meningitis pueden incluir lo siguiente:

  • Un examen neurológico, que implica una serie de pruebas diseñadas para evaluar el movimiento y la función sensorial, la función nerviosa, la audición y el habla, la visión, la coordinación y el equilibrio, el estado mental y los cambios en el estado de ánimo o la conducta.
     
  • Un análisis de laboratorio de sangre, orina y secreciones corporales, que pueden ayudar a detectar e identificar una infección en el cerebro o la médula espinal y determinar la presencia de anticuerpos y proteínas extrañas. Estas pruebas también pueden descartar afecciones que presentan síntomas similares.
     
  • Análisis del líquido cefalorraquídeo (en inglés) que rodea y protege el cerebro y la médula espinal, para detectar infecciones, inflamación aguda y crónica, así como otras enfermedades. El líquido cefalorraquídeo se obtiene mediante un procedimiento llamado punción lumbar.

Las imágenes del cerebro pueden revelar signos de inflamación, sangrado u otras anomalías. La tomografía computarizada (computerized tomography, CT) o las imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance imaging, MRI) pueden ayudar a diagnosticar la meningitis.

Tratamiento de la meningitis

Las personas con sospecha de meningitis deben recibir tratamiento médico inmediato y agresivo. La enfermedad puede progresar rápidamente y tiene el potencial de causar un daño neurológico grave e irreversible.

El tratamiento temprano de la meningitis bacteriana implica antibióticos que puedan atravesar la barrera hematoencefálica (en inglés). Estos antibióticos pueden reducir en gran medida el riesgo de muerte por la enfermedad. El médico también puede recetar medicamentos anticonvulsivos para prevenir convulsiones y corticosteroides (como prednisona) para reducir la inflamación cerebral, aliviar la presión y la hinchazón, y prevenir la pérdida de la audición.

Los antibióticos, desarrollados para matar bacterias, no son eficaces contra los virus. Afortunadamente, la meningitis viral rara vez es potencialmente mortal, y no se necesita un tratamiento específico. La meningitis fúngica se trata con medicamentos antimicóticos intravenosos.

El enfoque para las personas con meningitis generalmente depende del tipo de meningitis, la gravedad de la enfermedad y la rapidez con la que se administra el tratamiento. En la mayoría de los casos, las personas con meningitis muy leve pueden recuperarse por completo, aunque el proceso puede ser lento.

Las personas que solo experimentan dolor de cabeza, fiebre y rigidez en el cuello pueden recuperarse en dos a cuatro semanas. Las personas con meningitis bacteriana generalmente muestran cierto alivio entre 48 y 72 horas después del tratamiento inicial, pero tienen más probabilidades de experimentar complicaciones de la enfermedad. En casos más graves, la meningitis puede causar pérdida de la audición y/o del habla, ceguera, daño cerebral y nervioso permanente, cambios conductuales, discapacidades cognitivas, falta de control muscular, convulsiones y pérdida de la memoria. Estas personas pueden necesitar terapia a largo plazo, medicamentos y tratamiento de apoyo. 

¿Cuáles son las últimas actualizaciones sobre la meningitis?

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, NINDS), un componente de los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health, NIH), el principal patrocinador de la investigación biomédica mundial, es la principal agencia de financiación federal para el tratamiento de la meningitis y otros trastornos neurológicos. El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (National Institute of Allergy and Infectious Diseases, NIAID) también realiza y financia investigaciones sobre la meningitis. Gracias a la investigación científica, ahora existen vacunas disponibles para diversos tipos de meningitis.

La investigación del NINDS ha contribuido a nuestra comprensión de la meningitis y cómo la infección puede dañar permanentemente la respuesta inmune del cerebro y modificar las células inmunitarias en las meninges. Estas modificaciones pueden hacer que el sistema inmunitario no funcione tan bien para combatir futuras infecciones en las meninges y en otras partes del cerebro. Una comprensión más profunda de cómo estas infecciones afectan el cerebro podría ayudar a desarrollar tratamientos y terapias más eficaces para respaldar la recuperación después de la meningitis.

Actualmente, los investigadores financiados por el NINDS están explorando formas de mejorar la supervivencia en la meningitis criptocócica y buscan comprender las relaciones entre los cambios cerebrales observados en la meningitis por tuberculosis y los accidentes cerebrovasculares e investigan el impacto de la E. coli en los microbiomas de los recién nacidos para poder en un futuro identificar probióticos para combatir la colonización de las bacterias a largo plazo.

Las pruebas de diagnóstico actuales para algunos tipos de meningitis no son lo suficientemente sensibles y pueden pasar por alto casos positivos. Los investigadores financiados por el NINDS también están trabajando para identificar pruebas de diagnóstico para la meningitis por tuberculosis, que tiene una tasa de mortalidad de más del 50 %.

Para encontrar artículos de investigación y resúmenes sobre la meningitis, busque en PubMed (en inglés), que contiene citas de revistas médicas y otros sitios.

 

¿Debe participar en un estudio clínico? (en inglés)

Los ensayos clínicos son estudios que nos permiten obtener más información sobre los trastornos y mejorar la atención. Pueden ayudar a conectar a los pacientes con opciones de tratamiento nuevas y a futuro.

¿Cómo podemos un ser querido o yo ayudar a mejorar la atención de las personas con meningitis?

Considere participar en un ensayo clínico para que los médicos y científicos puedan obtener más información sobre la meningitis y trastornos relacionados. La investigación clínica con participantes humanos en estudios ayuda a los investigadores a obtener más información sobre un trastorno y quizás encontrar mejores maneras de detectar, tratar o prevenir enfermedades de manera segura.

Todos los tipos de participantes son necesarios en los estudios, los que están sanos o pueden tener una enfermedad, de todas las diferentes edades, sexos, razas y orígenes étnicos para garantizar que los resultados del estudio se apliquen a tantas personas como sea posible, y que los tratamientos sean seguros y eficaces para todas las personas que los utilizarán.

Para obtener información sobre la participación en la investigación clínica, visite NIH Clinical Research Trials and You (en inglés). Puede obtener información sobre los ensayos clínicos que actualmente buscan personas con meningitis en Clinicaltrials.gov (en inglés).

¿Dónde puedo encontrar más información sobre la meningitis?

Puede encontrar información disponible de los siguientes recursos:

Obtener información sobre temas relacionados

 
Solicitar publicaciones del catálogo del NINDS (en inglés)

El catálogo de publicaciones del NINDS ofrece materiales impresos sobre trastornos neurológicos para pacientes, profesionales de la salud y el público en general. Todos los materiales son gratuitos y también encontrará disponible una versión en PDF para descargar la mayoría de las publicaciones.