¿Qué es una lesión cerebral traumática (LCT)?
Una lesión cerebral traumática (LCT) se refiere a una lesión en el cerebro causada por una fuerza externa. Una LCT puede ser causada por un golpe, un impacto o una colisión en la cabeza o el cuerpo, o por el ingreso de un objeto en el cerebro. No todos los impactos o golpes en la cabeza provocan una lesión cerebral traumática.
Algunos tipos de LCT pueden causar problemas temporales o a corto plazo en la función cerebral, incluidos problemas en la manera en que la persona piensa, comprende, se mueve, se comunica y actúa. Una LCT más grave puede provocar discapacidad grave y permanente, e incluso la muerte.
Algunas lesiones se consideran primarias, lo que significa que el daño es inmediato. Otras pueden ser secundarias, lo que significa que pueden ocurrir gradualmente en el transcurso de horas, días o semanas después de la lesión. Estas lesiones cerebrales secundarias son el resultado de procesos reactivos que ocurren después del traumatismo inicial en la cabeza.
Existen dos tipos amplios de lesiones en la cabeza: con penetración y sin penetración.
- La LCT con penetración (también conocida como LCT abierta) ocurre cuando un objeto perfora el cráneo (p. ej., una bala, esquirla, fragmento de hueso, etc.) e ingresa en el tejido cerebral. La LCT con penetración generalmente daña solo una parte del cerebro.
- La LCT sin penetración (también conocida como LCT cerrada o LCT contundente) es causada por una fuerza externa lo suficientemente fuerte como para mover el cerebro dentro del cráneo. Las causas incluyen caídas, impactos en vehículos motorizados, lesiones deportivas, lesiones por explosión o golpe con un objeto.
Algunos accidentes o traumatismos pueden causar LCT con y sin penetración en una misma persona.
Signos y síntomas de una lesión cerebral traumática
Algunos síntomas, como dolor de cabeza, mareos, confusión y fatiga, tienden a empezar inmediatamente después de una lesión, pero se resuelven con el tiempo. Los síntomas emocionales, como frustración e irritabilidad, tienden a desarrollarse durante la recuperación.
Busque atención médica de inmediato si la persona experimenta alguno de los siguientes síntomas, especialmente dentro de las primeras 24 horas después de una lesión en la cabeza:
Síntomas físicos de LCT
- Dolor de cabeza
- Convulsiones o espasmos
- Visión borrosa o doble
- Tamaño o dilatación desigual de las pupilas de los ojos
- Secreción de líquidos transparentes de la nariz o los oídos
- Náuseas y vómitos
- Nuevos problemas neurológicos, como dificultad para hablar, debilidad en los brazos, las piernas o la cara, o pérdida del equilibrio
Síntomas cognitivos/conductuales de LCT
- Pérdida o cambio en la conciencia durante un par de segundos a unas horas
- Disminución del nivel de consciencia (p. ej., dificultad para despertarse)
- Confusión o desorientación
- Problemas para recordar, concentrarse o tomar decisiones
- Cambios en los patrones de sueño (p. ej., dormir más, dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, incapacidad de despertarse)
- Frustración, irritabilidad
Síntomas de percepción y sensación en una LCT
- Aturdimiento, mareos, vértigo o pérdida del equilibrio o la coordinación
- Visión borrosa
- Problemas auditivos, como zumbido en los oídos
- Sabor desagradable inexplicable en la boca
- Sensibilidad a la luz o a los sonidos
- Cambios o fluctuaciones en el estado de ánimo, agitación, actitud combativa u otro comportamiento inusual
- Sensación de ansiedad o depresión
- Fatiga o somnolencia; falta de energía o motivación
LCT en niños
Es posible que los niños no puedan hacerles saber a sus cuidadores que se sienten diferentes después de un golpe en la cabeza. Es importante que los adultos presten atención a la conducta de un niño y pregunten sobre los posibles síntomas después de una lesión en la cabeza. Un niño con una LCT puede presentar los siguientes signos o síntomas:
- Cambios en la alimentación o los hábitos de lactancia
- Llanto, irritabilidad o mal humor persistentes; incapacidad para ser consolado
- Cambios en la capacidad de prestar atención
- Falta de interés en un juguete o actividad favoritos
- Cambios en los patrones de sueño
- Convulsiones
- Tristeza
- Pérdida de una habilidad, como el entrenamiento para usar el baño
- Pérdida del equilibrio o marcha inestable
- Vómitos
Efectos de una LCT en la conciencia
Una LCT puede causar problemas de consciencia, percepción, estado de alerta y capacidad de respuesta. En general, existen cuatro estados anormales que pueden ser el resultado de una LCT grave:
- Estado de conciencia mínima: las personas en este estado aún muestran cierta evidencia de conciencia de sí mismas o de su entorno (como seguir órdenes simples y dar respuestas afirmativas o negativas).
- Síndrome de vigilia sin respuesta (unresponsive wakefulness syndrome, UWS): un resultado del daño generalizado en el cerebro, las personas con UWS están inconscientes y no reconocen su entorno. Sin embargo, pueden tener períodos de estado de alerta sin respuesta y pueden gemir, moverse o mostrar respuestas reflejas.
- Coma: una persona que está en coma está inconsciente, no está en alerta y no puede responder a estímulos externos, como el dolor o la luz. El coma generalmente dura algunos días o semanas, después de lo cual la persona puede recuperar la conciencia, morir o pasar a un estado vegetativo.
- Muerte cerebral: la falta de actividad y función cerebral medibles después de un período prolongado se denomina muerte cerebral y puede confirmarse mediante pruebas donde se observa que no fluye sangre hacia el cerebro.
¿Cómo afecta una LCT al cerebro?
El daño relacionado con una lesión cerebral traumática puede limitarse a un área del cerebro, conocida como lesión focal, o puede ocurrir en un área más generalizada, conocida como lesión difusa. El tipo de lesión también afecta la forma en que se daña el cerebro. Los tipos de daño que generalmente se observan en el cerebro por una LCT incluyen sangrado, hinchazón y desgarro que daña las fibras nerviosas. Este daño puede causar inflamación, hinchazón y cambios metabólicos (en inglés).
- La lesión axonal difusa (LAD), uno de los tipos más comunes de lesión cerebral, se refiere a un daño generalizado en la sustancia blanca del cerebro. Las LAD generalmente se producen en accidentes automovilísticos, caídas o lesiones deportivas. Pueden alterar y descomponer la comunicación entre las neuronas del cerebro. También conducen a la liberación de sustancias químicas en el cerebro que pueden causar más daños. El daño cerebral puede ser temporal o permanente, y la recuperación puede llevar mucho tiempo.
La conmoción es un tipo de LCT leve que puede considerarse una lesión temporal en el cerebro, pero puede tardar desde minutos hasta varios meses en curarse. Una conmoción puede ser causada por un golpe en la cabeza, una lesión o caída deportiva, un accidente automovilístico o un movimiento rápido del cerebro dentro del cráneo, como puede ocurrir cuando una persona recibe una sacudida violenta. La persona con conmoción pierde la conciencia repentinamente o su estado de conciencia o alerta cambia repentinamente. Una segunda conmoción que sigue de cerca a la primera, el llamado fenómeno del “segundo golpe”, puede provocar daño permanente o incluso la muerte en algunos casos. El síndrome posterior a la conmoción incluye síntomas que duran semanas o más tiempo.
Image- Los hematomas son hemorragias en el cerebro y alrededor de este causadas por el estallido de un vaso sanguíneo. Pueden formarse diferentes tipos de hematomas según el lugar en el que se acumula la sangre en las membranas protectoras que rodean el cerebro, que incluyen la duramadre (la más externa), la aracnoides (la del medio) y la piamadre (la más interna).
- Los hematomas epidurales implican sangrado en el área entre el cráneo y la duramadre. Estos pueden ocurrir en el plazo de minutos a horas después de una lesión y son particularmente peligrosos.
- Los hematomas subdurales implican sangrado entre la duramadre y la aracnoides y, al igual que los hematomas epidurales, ejercen presión en la parte externa del cerebro. Son muy frecuentes en adultos mayores después de una caída.
- La hemorragia subaracnoidea es el sangrado entre la aracnoides y la piamadre.
- El hematoma intracerebral implica sangrado en el cerebro mismo y daño en el
tejido circundante.
- Las contusiones son moretones o hinchazón en el cerebro que se produce cuando vasos sanguíneos muy pequeños sangran en el tejido cerebral. Pueden ocurrir contusiones directamente debajo del lugar del impacto (lesión por golpe) o, con mayor frecuencia, en el lado completamente opuesto del impacto en el cerebro (lesión por contragolpe). Pueden aparecer con una demora de horas y hasta un día. Estas ocurren generalmente cuando la cabeza se desacelera de manera abrupta, lo que hace que el cerebro rebote hacia atrás y hacia adelante dentro del cráneo (como en un accidente automovilístico de alta velocidad o en el síndrome del bebé sacudido).
- Las fracturas de cráneo son quebraduras o grietas en uno o más de los huesos que forman el cráneo. Son el resultado de un traumatismo contundente y pueden dañar las membranas, los vasos sanguíneos y el cerebro debajo de la fractura. Los cascos pueden ayudar a prevenir fracturas de cráneo.
- La encefalopatía traumática crónica (ETC) es un trastorno neurológico progresivo con síntomas que pueden incluir problemas de pensamiento, comprensión y comunicación; trastornos del movimiento; problemas con el control de los impulsos y depresión; confusión e irritabilidad. La ETC ocurre en personas con una exposición extraordinaria a múltiples golpes en la cabeza. Se desarrolla a lo largo de muchos años y puede tardar años en presentar síntomas. Los estudios de boxeadores retirados han demostrado que los golpes repetidos en la cabeza pueden causar dificultades que incluyen problemas de memoria, temblores, falta de coordinación y demencia. Estudios recientes han demostrado casos de ETC en otros deportes con impactos leves repetitivos en la cabeza (p. ej., fútbol, lucha, fútbol americano y rugby).
- La demencia postraumática (DPT) puede surgir después de una única LCT grave. La DPT puede ser progresiva y compartir algunas características con la ETC. Los estudios que evalúan patrones en grandes poblaciones de personas con LCT indican que una LCT moderada o grave en las etapas temprana o media de la vida puede estar asociada con un mayor riesgo de demencia más adelante en la vida.
El daño inicial al cerebro descrito anteriormente puede causar un daño secundario. El daño secundario se refiere a los cambios que ocurren durante un período de horas a días después de la lesión cerebral primaria. Algunos ejemplos de daño secundario incluyen:
- La progresión hemorrágica de una contusión (hemorrhagic progression of a contusion, HPC) se refiere a lesiones que ocurren cuando una contusión continúa sangrando dentro y alrededor del cerebro y se expande con el tiempo. Esto crea una lesión nueva o más grande y resulta en hinchazón y una mayor pérdida de células cerebrales.
- Una ruptura de la barrera hematoencefálica se refiere a la alteración de la red que controla el movimiento de las células y moléculas entre la sangre y el líquido que rodea las células nerviosas del cerebro. Una vez que la barrera hematoencefálica se altera, la sangre, las proteínas plasmáticas y otras sustancias extrañas se filtran en el espacio entre las neuronas del cerebro y desencadenan una reacción en cadena que provoca hinchazón cerebral. También causa respuestas inflamatorias que pueden ser perjudiciales para el cuerpo si continúan durante un período prolongado y la liberación inadecuada de neurotransmisores (en inglés), que pueden dañar o matar las células nerviosas.
- El aumento de la presión intracraneal generalmente es causado por la hinchazón del cerebro dentro del cráneo como resultado de una lesión. Esta presión puede dañar el tejido cerebral e impedir el flujo de sangre al cerebro, que no recibe el oxígeno que necesita para funcionar.
Otros daños secundarios pueden ser causados por infecciones en el cerebro, presión arterial baja o poco flujo de oxígeno como resultado de la lesión, hidrocefalia y convulsiones.
¿Quién tiene más probabilidades de sufrir una lesión cerebral traumática?
Los adultos mayores de 65 años corren mayor riesgo de ser hospitalizados y morir por una LCT, con mayor frecuencia a causa de una caída. En cada grupo etario, las tasas de LCT graves son más altas en los hombres que en las mujeres. Los hombres son más propensos a ser hospitalizados y son casi tres veces más propensos a morir por una LCT que las mujeres.
Las principales causas de LCT incluyen:
- Caídas: de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC), las caídas son la causa más frecuente de LCT y ocurren con mayor frecuencia entre los grupos de menor y mayor edad.
- Accidentes traumáticos contundentes: los accidentes que implican recibir el golpe de un objeto o contra este, particularmente lesiones relacionadas con deportes, son una causa importante de LCT.
- Lesiones relacionadas con vehículos: los accidentes peatonales, así como los accidentes que involucran vehículos motorizados y bicicletas, son la tercera causa más frecuente de LCT.
- Ataques/violencia: las LCT relacionadas con abusos son lesiones en la cabeza que se producen como consecuencia de violencia por parte de la pareja, ataques, síndrome del bebé sacudido y heridas en la cabeza causadas por disparos u otras armas.
- Explosiones/estallidos: las LCT causadas por traumatismos fulminantes causados por bombas viales se han convertido en una lesión frecuente para los miembros del ejército en conflictos militares. La mayoría de estas LCT se clasifican como lesiones leves en la cabeza.
¿Cómo se diagnostica y trata una lesión cerebral traumática?
Prevención de las LCT
El mejor tratamiento para las LCT es la prevención. A diferencia de la mayoría de los trastornos neurológicos, las lesiones en la cabeza pueden prevenirse. Las siguientes medidas pueden ayudar a prevenir una LCT:
- Usar un cinturón de seguridad.
- Usar un casco al andar en bicicleta, patinar y practicar deportes como hockey y fútbol. Debe verificarse que se trate del casco adecuado para la actividad y que calce correctamente.
- Nunca conducir bajo la influencia de drogas o alcohol.
- Mejorar el equilibrio y la fuerza con un programa de actividad física regular.
- Hacer cambios en el hogar para evitar caídas:
- Instalar protectores en las ventanas y puertas de seguridad para niños pequeños.
- Mejorar la iluminación y quitar alfombras, objetos molestos y otros elementos que generen un peligro de tropiezo en los pasillos.
- Usar tapetes antideslizantes e instalar barras de agarre junto a los sanitarios y en las tinas o duchas, especialmente para los adultos mayores.
- Instalar pasamanos en las escaleras.
Diagnóstico de LCT
Todas las LCT deben evaluarse inmediatamente con un profesional que tenga experiencia en lesiones en la cabeza. El examen neurológico juzga las habilidades motoras y sensoriales y evalúa la audición y el habla, la coordinación y el equilibrio, el estado mental y los cambios en el estado de ánimo o la conducta, entre otras capacidades.
Las herramientas de detección desarrolladas para entrenadores y preparadores físicos pueden identificar las conmociones más preocupantes que requieren una evaluación médica.
Los proveedores médicos pueden usar imágenes del cerebro para evaluar la gravedad de las lesiones cerebrales primarias y determinar si se necesitará una cirugía para ayudar a reparar cualquier daño en el cerebro. Un examen físico realizado por un médico y los síntomas de la persona ayudan a determinar si es necesario realizar estudios por imágenes. Las imágenes comúnmente utilizadas para la LCT incluyen tomografía computarizada (computerized tomography, CT) e imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance imaging, MRI). La CT puede mostrar una fractura de cráneo y cualquier hematoma, sangrado o hinchazón en el cerebro. Las MRI son más sensibles y pueden detectar cambios más sutiles en el cerebro que una CT podría omitir.
En la última década, se han hecho avances significativos para detectar daños más leves a causa de una LCT a través de las imágenes. Por ejemplo, las imágenes con tensor de difusión pueden identificar tractos de materia blanca, la recuperación de la inversión atenuada de fluido puede detectar pequeñas áreas de daño, y las imágenes ponderadas por susceptibilidad pueden identificar incluso hemorragias cerebrales pequeñas y difíciles de detectar. A pesar de estas mejoras, las tecnologías de diagnóstico por imágenes disponibles actualmente, los análisis de sangre y otras medidas no siempre pueden diagnosticar lesiones leves por golpes.
A menudo se utilizan pruebas neuropsicológicas para medir el funcionamiento del cerebro junto con los estudios por imágenes en personas que han sufrido una LCT leve. Estas pruebas implican realizar tareas específicas que ayudan a evaluar la memoria, la concentración, el procesamiento de la información, el funcionamiento ejecutivo, el tiempo de reacción y la resolución de problemas.
Muchas organizaciones deportivas recomiendan obtener una imagen inicial de la función cerebral de un atleta al comienzo de cada temporada, idealmente antes de que se produzcan lesiones en la cabeza. Las pruebas de la función cerebral brindan información sobre la memoria, la atención y la capacidad de la persona para concentrarse y resolver problemas. Las pruebas de la función cerebral pueden repetirse a intervalos regulares (cada uno o dos años) y también después de una presunta conmoción. Los resultados pueden ayudar a los proveedores de atención médica a identificar cualquier efecto de una lesión y permitirles tomar decisiones más informadas sobre si la persona está lista para volver a sus actividades normales.
Tratamiento de la LCT
Muchos factores, incluido el tamaño, la gravedad y la ubicación de la lesión cerebral, influyen en la forma en que se trata la LCT y en qué tan rápido podría recuperarse la persona. Aunque la lesión cerebral a menudo ocurre en el momento del impacto en la cabeza, gran parte del daño relacionado con una LCT grave se desarrolla a partir de lesiones secundarias que ocurren días o semanas después del traumatismo inicial. Por este motivo, las personas que reciben atención médica inmediata en un centro de traumatismos certificado tienden a tener los mejores resultados de salud.
La genética puede desempeñar un papel en la rapidez con la que una persona se recupera de una LCT. Por ejemplo, los investigadores han descubierto que la apolipoproteína E ε4 (ApoE4), una variante genética asociada con mayores riesgos de enfermedad de Alzheimer, está asociada con peores resultados de salud después de una LCT. Queda mucho trabajo por hacer para comprender cómo los factores genéticos, así como los tipos específicos de lesiones en la cabeza, afectan la recuperación.
Los estudios sugieren que la edad y la cantidad de lesiones en la cabeza que una persona ha sufrido a lo largo de su vida son dos factores críticos que afectan la recuperación. La hinchazón en el cerebro de recién nacidos, bebés pequeños y adolescentes a menudo ocurre mucho más rápido que en las personas mayores. La evidencia de estudios de ETC muy limitados sugiere que las personas más jóvenes (de 20 a 40 años de edad) tienden a tener más cambios conductuales y del estado de ánimo con una ETC, mientras que las personas mayores (de más de 50 años de edad) tienden a tener más dificultades cognitivas.
En comparación con los adultos más jóvenes con una LCT de la misma gravedad, los adultos mayores tienen más probabilidades de tener síntomas duraderos. Las personas mayores a menudo tienen otros problemas médicos y pueden estar tomando varios medicamentos, lo cual puede complicar el tratamiento. Por ejemplo, los medicamentos anticoagulantes pueden aumentar el riesgo de sangrado en el cerebro.
LCT leve
Es posible que algunas personas con LCT leve (como una conmoción) no requieran más tratamiento que reposo y analgésicos de venta libre. El tratamiento debe centrarse en el alivio de los síntomas y en el “descanso del cerebro”. El descanso del cerebro significa evitar actividades que requieran concentración o atención. La persona debe ser monitoreada por su proveedor de atención médica para registrar síntomas nuevos o que empeoren.
Los niños y adolescentes que tienen una conmoción relacionada con un deporte deben dejar de jugar de inmediato y volver a jugar solo después de haber recibido la aprobación de un especialista en conmociones.
Prevenir futuras conmociones es fundamental. Si bien la mayoría de las personas se recuperan completamente de una primera conmoción en el plazo de unas pocas semanas, la tasa de recuperación de una segunda o tercera conmoción generalmente es más lenta.
Incluso después de que los síntomas de la conmoción desaparezcan, las personas deben volver a sus actividades diarias de manera gradual y solo una vez que tengan el permiso de un médico. Si bien existen algunas pautas disponibles, se necesitan más investigaciones para comprender mejor los efectos de la LCT leve en el cerebro y determinar cuándo es seguro reanudar las actividades normales.
Las personas con LCT leve deben:
- Programar una cita para una visita de seguimiento con su proveedor de atención médica para confirmar el progreso de su recuperación.
- Indagar sobre síntomas nuevos o persistentes y cómo tratarlos.
- Prestar atención a cualquier signo o síntoma nuevo, incluso si no parecen estar relacionados con la lesión (por ejemplo, cambios de ánimo, sensaciones inusuales de irritabilidad). Estos síntomas pueden estar relacionados incluso si se presentan varias semanas después de la lesión.
Los medicamentos para tratar los síntomas de una LCT pueden incluir:
- Medicamentos analgésicos con receta o de venta libre
- Fármacos anticonvulsivos para tratar las convulsiones
- Anticoagulantes para prevenir coágulos de sangre
- Diuréticos para ayudar a reducir la acumulación de líquidos y la presión en el cerebro
- Estimulantes para aumentar el estado de alerta
- Antidepresivos y medicamentos ansiolíticos para tratar la depresión y sentimientos de miedo y nerviosismo
LCT grave
El tratamiento inmediato para alguien que tiene una LCT grave se enfoca en prevenir la muerte: estabilizar la médula espinal, el corazón, los pulmones y la función de otros órganos vitales de la persona; garantizar la respiración y el suministro de oxígeno adecuado; controlar la presión arterial; y prevenir un mayor daño cerebral. El personal de atención de emergencia monitoreará el flujo de sangre al cerebro, la temperatura cerebral, la presión dentro del cráneo y el suministro de oxígeno al cerebro.
La persona con una LCT grave puede necesitar una cirugía para aliviar la presión dentro del cráneo, eliminar residuos, tejido cerebral muerto o hematomas, o reparar fracturas en el cráneo. Mientras esté en el hospital por una LCT grave, se debe monitorear a la persona para detectar infecciones (en particular neumonía) y trombosis venosa profunda (coágulos de sangre que pueden formarse durante períodos prolongados de inactividad).
Rehabilitación para una LCT grave
Una vez que las lesiones se tratan y estabilizan en el hospital, las personas con LCT grave a menudo se transfieren a un centro de rehabilitación donde un equipo multidisciplinario de proveedores de atención médica ayuda con la recuperación. El equipo de rehabilitación puede incluir neurólogos, personal de enfermería, psicólogos y nutricionistas, así como fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, vocacionales, del habla y respiratorios.
El objetivo de la terapia es mejorar la capacidad de la persona para realizar las actividades de la vida diaria y abordar las dificultades cognitivas, físicas, ocupacionales y emocionales. El tratamiento puede ser necesario a corto o largo plazo.
La terapia de rehabilitación cognitiva (TRC) es una estrategia cuyo objetivo es ayudar a las personas a recuperar su función cerebral normal a través de un programa de entrenamiento individualizado. Con esta estrategia, las personas también pueden aprender métodos para lidiar con dificultades persistentes de memoria, pensamiento y resolución de problemas.
¿Cuáles son las últimas actualizaciones sobre la lesión cerebral traumática?
El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, NINDS), un componente de los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health, NIH), realiza y respalda un amplio rango de investigaciones básicas, clínicas y traslacionales sobre LCT. Otros institutos de los NIH también apoyan la investigación sobre la LCT.
La investigación financiada por el NINDS incluye estudios para comprender la LCT y sus afecciones asociadas, estudios para mejorar el diagnóstico y los resultados, y estudios para desarrollar posibles terapias para tratar la LCT. Actualmente, los proyectos se enfocan en:
- Explorar formas de promover la capacidad innata del cerebro para adaptarse y repararse a sí mismo, conocida como neuroplasticidad.
- Refinar los criterios de diagnóstico tanto para la ETC como para el síndrome de encefalopatía traumática (SET) asociado.
- Respaldar el desarrollo y la validación de biomarcadores (signos que pueden indicar el riesgo de una enfermedad y ayudar en el diagnóstico) clínicamente relevantes para la LCT a través del consorcio del Proyecto Traslacional de Resultados en Neurotraumatismo (Translational Outcomes Project in Neurotrauma, -NT).
- Identificar biomarcadores para la ETC a fin de detectar este trastorno y otros trastornos similares en personas vivas en lugar de mediante una autopsia después de la muerte.
Investigación clínica
El NINDS codirige la red de Estrategias para Innovar los Ensayos Clínicos en la Atención de Emergencia (Strategies to Innovate EmeRgENcy Care Clinical Trials, SIREN). Esta red respalda proyectos que incluyen ensayos de LCT, uno de los cuales es Optimización del oxígeno cerebral en la LCT grave (Brain Oxygen Optimatization in Severe TBI, BOOST3), en los cuales los científicos comparan dos métodos para monitorear el oxígeno del tejido cerebral para determinar el mejor enfoque de tratamiento para las personas con LCT.
El proyecto Transformar la Investigación y el Conocimiento Clínico de la LCT (Transforming Research and Clinical Knowledge in TBI, TRACK TBI), completado recientemente y financiado por el NINDS fue un estudio de observación en adultos y niños con LCT en todos los niveles de gravedad de la lesión. Este proporcionó una base de datos de las LCT, así como herramientas y recursos para establecer métodos más precisos para diagnosticar una LCT y mejorar las formas de evaluar los resultados de la persona después de una lesión. En la actualidad, los investigadores están extendiendo el estudio y continúan con el seguimiento de los participantes del estudio en un esfuerzo por identificar factores de riesgo y biomarcadores para la LCT y obtener más información sobre los resultados de las personas con LCT.
Para aprovechar los esfuerzos de muchos médicos y científicos que trabajan en el desarrollo de mejores tratamientos para las LCT es necesario que todos recopilen los mismos tipos de datos, incluidos los detalles sobre las lesiones y los resultados del tratamiento. El proyecto Elementos de Datos Comunes (en inglés) del NINDS reúne a la comunidad de investigación para desarrollar estándares de recopilación de datos.
Colaboración científica en la investigación de la LCT
El NINDS y la Comisión Europea realizan estudios a través de la investigación de la Iniciativa Internacional para la Investigación de la LCT (International Initiative for TBI, InTBIR), que busca mejorar el diagnóstico y evaluar qué tipos de atención están asociados con los mejores resultados en niños y adultos.
Los NIH y el Departamento de Defensa juntos lideran la base de datos Investigación Federal Interagencial de la LCT (Federal Interagency TBI Research, FITBIR), que incluye datos de estudios de observación y de otros estudios.
Los investigadores de los NIH y la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) son colaboradores activos en el programa de Desarrollo de criterios de valoración de la LCT (TBI Endpoints Development, TED) dirigido por el Departamento de Defensa para desarrollar ensayos clínicos mejor diseñados para lograr tratamientos eficaces para la LCT.
El NINDS también trabaja con el Departamento de Defensa y los Departamentos de Salud y Servicios Humanos, Asuntos de los Veteranos y Educación para coordinar la investigación sobre la LCT para miembros militares. El Plan de Acción de Investigación Nacional (National Research Action Plan, NRAP) asociado tiene como objetivo mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la LCT y otras afecciones (como el trastorno por estrés postraumático [TEPT]) que afectan a los veteranos y a sus familias.
Para avanzar en la investigación sobre la LCT, es importante que la clasificación de los tipos de LCT sea precisa y esté basada en la evidencia, más allá de las designaciones “leve”, “moderada” y “grave” utilizadas actualmente. Para apoyar estos esfuerzos, en enero de 2024, el NINDS llevó a cabo el Taller de Clasificación y Nomenclatura de LCT (TBI Classification and Nomenclature Workshop) (en inglés).
Los proyectos de investigación de los NIH sobre la LCT pueden encontrarse utilizando NIH RePORTER (en inglés), una base de datos de búsqueda de proyectos de investigación actuales y pasados respaldados por los NIH y otros organismos federales. La base de datos RePORTER también incluye enlaces a publicaciones de estos proyectos y otros recursos.
¿Cómo podemos un ser querido o yo ayudar a mejorar la atención de las personas con una lesión cerebral traumática?
Considere participar en un ensayo clínico para que los médicos y científicos puedan obtener más información sobre la LCT y trastornos relacionados. La investigación clínica con participantes humanos en estudios ayuda a los investigadores a obtener más información sobre un trastorno y quizás encontrar mejores maneras de detectar, tratar o prevenir enfermedades de manera segura.
Todos los tipos de participantes son necesarios, los que están sanos o pueden tener una enfermedad, de todas las diferentes edades, sexos, razas y orígenes étnicos para garantizar que los resultados del estudio se apliquen a tantas personas como sea posible, y que los tratamientos sean seguros y eficaces para todas las personas que los utilizarán.
Para obtener información sobre la participación en la investigación clínica, visite NIH Clinical Research Trials and You (en inglés). Puede obtener información sobre los ensayos clínicos que actualmente buscan personas con LCT en Clinicaltrials.gov (en inglés).
Las personas con una LCT también pueden apoyar la investigación mediante la designación de la donación de tejido cerebral (en inglés) antes de que mueran. El tejido cerebral humano es esencial para aumentar nuestra comprensión sobre cómo funciona el sistema nervioso. El NeuroBioBank de los NIH (en inglés) es un esfuerzo por coordinar la red de bancos de cerebros que respalda en todo el país para avanzar en la investigación a través de la recolección y distribución de tejido cerebral post-mortem a equipos de investigación calificados.
¿Dónde puedo encontrar más información sobre la lesión cerebral traumática (LCT)?
Puede encontrar información disponible de los siguientes recursos: