Enfermedades de las neuronas motoras

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¿Qué son las enfermedades de las neuronas motoras?

Las enfermedades de las neuronas motoras (ENM) son un grupo de trastornos neurológicos progresivos que destruyen las neuronas motoras, las células que controlan la actividad de los músculos esqueléticos, como caminar, respirar, hablar y tragar. Este grupo incluye enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica (en inglés), la parálisis bulbar progresiva, la esclerosis lateral primaria, la atrofia muscular progresiva, la atrofia muscular espinal (en inglés), la enfermedad de Kennedy y el síndrome pospoliomielítico.

Los mensajes o las señales de las células nerviosas en el cerebro (neuronas motoras superiores) se transmiten generalmente a las células nerviosas en el tronco encefálico y la médula espinal (neuronas motoras inferiores) y luego a los músculos de todo el cuerpo. Este proceso es la manera en que movemos nuestros músculos.

Cuando se interrumpen las señales de las neuronas motoras inferiores a los músculos, los músculos comienzan a debilitarse y reducirse de tamaño (atrofia o pérdida muscular). También pueden empezar a contraerse de manera espontánea. Estas contracciones, llamadas fasciculaciones (en inglés), a veces pueden observarse o sentirse debajo de la superficie de la piel.

Cuando las neuronas motoras inferiores no pueden recibir señales de las neuronas motoras superiores, pueden causar rigidez muscular (espasticidad) (en inglés) y reflejos hiperactivos. Esto puede hacer que los movimientos voluntarios sean lentos y difíciles.

Con el tiempo, las personas con ENM pueden perder la capacidad de caminar o controlar otros movimientos.

Las ENM se clasifican según si la pérdida de función se debe a una mutación genética (hereditaria) o es esporádica (sin antecedentes familiares); y si afectan a las neuronas motoras superiores, las neuronas motoras inferiores o ambas.

Las ENM hereditarias generalmente son causadas por cambios en un solo gen.

Aunque existen varios tipos de ENM, todos causan debilidad muscular que empeora gradualmente con el tiempo y puede provocar discapacidad física. En algunas personas, estas enfermedades son mortales. La debilidad en los músculos que controlan la respiración puede provocar insuficiencia respiratoria, una afección en la que los pulmones no pueden inhalar oxígeno o expulsar dióxido de carbono adecuadamente. Esta es una característica de la mayoría de las ENM. Los síntomas pueden incluir disnea, falta de aire que ocurre mientras se está acostado, infecciones torácicas recurrentes, alteraciones del sueño, mala concentración y/o memoria, confusión, dolores de cabeza matutinos y fatiga.

Tipos de enfermedades de las neuronas motoras

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), anteriormente conocida como enfermedad de Lou Gehrig, puede afectar las neuronas motoras superiores e inferiores. Esto causa una rápida pérdida del control muscular y una eventual parálisis.

Obtenga más información sobre la esclerosis lateral amiotrófica (en inglés).

La atrofia muscular espinal (AME) se refiere a un grupo de enfermedades hereditarias que afectan las neuronas motoras inferiores. La forma más frecuente es causada por un gen mutado o faltante conocido como el gen de supervivencia de la neurona motora 1 (survival motor neuron gene 1, SMN1), que hace que las neuronas se deterioren, lo que produce debilidad y pérdida muscular.

Obtenga más información sobre la atrofia muscular espinal (en inglés).

La atrofia muscular espinal con dificultad respiratoria tipo 1 (spinal muscular atrophy with respiratory distress type 1, SMARD1) es una forma muy rara de AME causada por mutaciones en el gen IGHMBP2 (proteína de unión a inmunoglobulina helicasa μ 2). Los síntomas aparecen durante la infancia, entre las 6 semanas y los 6 meses de edad. Los niños con SMARD1 pueden no poder respirar de manera repentina debido a la parálisis del diafragma y pueden desarrollar debilidad en los músculos de las manos y los pies.

La AME congénita con artrogriposis es un trastorno raro que aparece en el nacimiento. Los síntomas incluyen contracturas (en inglés) articulares graves, que hacen que los bebés no puedan extender o flexionar las articulaciones afectadas. En la mayoría de los niños, tanto los brazos como las piernas se ven afectados. Otros síntomas incluyen escoliosis (curvatura de la columna vertebral), deformidad del pecho, problemas respiratorios, mandíbula inusualmente pequeña y párpados caídos.

La parálisis bulbar progresiva (PBP), también conocida como atrofia bulbar progresiva, se debe al daño de las neuronas motoras superiores en el tronco encefálico o las neuronas motoras inferiores conectadas al tronco encefálico. El tronco encefálico controla los músculos necesarios para tragar, hablar, masticar y otras funciones.

Los síntomas de la PBP empeoran con el tiempo e incluyen problemas para masticar, hablar y tragar. Las personas con parálisis bulbar progresiva también pueden tener debilidad en la lengua y los músculos de la cara, espasmos y un reflejo de arcada reducido. También pueden experimentar debilidad en los brazos o las piernas, pero es menos notoria que otros síntomas.

Debido a que tienen dificultad para tragar, las personas con PBP corren el riesgo de asfixia e inhalación de alimentos y líquidos, incluida la saliva, hacia los pulmones. También pueden reírse o llorar en momentos inapropiados, lo que se denomina afectación pseudobulbar o síndrome de risa y llanto patológicos. Algunos síntomas de accidente cerebrovascular (en inglés) y miastenia grave (en inglés) son similares a los de la parálisis bulbar progresiva (p. ej., dificultad para hablar y asfixia) y deben descartarse antes del diagnóstico.

Muchos expertos en ELA consideran que la PBP es una forma de ELA porque la mayoría de las personas que comienzan con esta forma de la enfermedad eventualmente desarrollan síntomas de ENM más generalizados. De hecho, muchos médicos creen que la PBP sola, sin evidencia de anomalías en los brazos o las piernas, es extremadamente rara.

La esclerosis lateral primaria (ELP) afecta solo las neuronas motoras superiores, lo que causa dificultad y lentitud en los movimientos de los brazos, las piernas y la cara. Los síntomas incluyen debilidad, rigidez muscular y espasticidad, torpeza, lentitud de movimiento y problemas con el equilibrio y el habla. El trastorno suele afectar primero las piernas, seguido del torso, los brazos y las manos y, finalmente, los músculos utilizados para tragar, hablar y masticar.

La ELP es más frecuente en hombres que en mujeres, con un inicio que generalmente se produce entre los 40 y los 60 años de edad. La ELP progresa lentamente a lo largo de años o incluso décadas. Se requieren pruebas exhaustivas para descartar otros trastornos antes de diagnosticar la ELP. Es posible que el neurólogo necesite hacer un seguimiento de los síntomas de la persona durante varios años antes de hacer un diagnóstico.

No existe una cura para la ELP, y la tasa de progreso de los síntomas varía. Muchas personas pueden caminar sin asistencia en un principio, pero la mayoría necesitará bastones, andadores, sillas de ruedas u otros dispositivos de asistencia para prevenir caídas y lesiones a medida que el trastorno progresa.

La atrofia muscular progresiva (AMP) es un subtipo poco frecuente de ELA, marcado por un daño lento pero progresivo en las neuronas motoras inferiores. Afecta a los hombres con mayor frecuencia que a las mujeres y, por lo general, los síntomas comienzan más adelante en la vida que la ELA típica. Las personas con AMP suelen notar debilidad en las manos o los pies, seguida de diseminación hacia otras regiones del cuerpo. Pueden presentar debilidad en los músculos del torso y dificultad para respirar. La exposición al frío puede empeorar los síntomas de la persona. Otros síntomas pueden incluir pérdida o reducción muscular, movimientos torpes de las manos, espasmos y calambres musculares.

La enfermedad de Kennedy es un trastorno hereditario de las neuronas motoras inferiores que afecta a los hombres. La aparición de los síntomas varía, pero generalmente comienza entre los 20 y 40 años de edad. La enfermedad de Kennedy también se conoce como atrofia muscular espinal y bulbar (AMEB), atrofia muscular bulboespinal o atrofia muscular espinal y bulbar ligada al cromosoma X. Es causada por mutaciones en el gen del receptor androgénico (de la hormona sexual masculina). Las hijas de las personas con enfermedad de Kennedy tienen un 50 % de probabilidades de tener un hijo afectado por la enfermedad.

La enfermedad de Kennedy es lentamente progresiva. Los primeros síntomas incluyen temblores de las manos cuando están estiradas, calambres musculares al realizar esfuerzos y fasciculaciones. Finalmente, las personas desarrollan debilidad en los brazos y las piernas. Puede producirse debilidad de los músculos de la cara y la lengua más adelante en el trastorno, y esto a menudo conduce a dificultad para tragar, dificultad para hablar y casos repetidos de neumonía. Algunas personas desarrollan ginecomastia (agrandamiento excesivo de las glándulas mamarias masculinas) y bajo recuento de espermatozoides o infertilidad. Otras pueden desarrollar diabetes.

Actualmente, no existe una cura conocida para la enfermedad de Kennedy. Hay tratamientos disponibles para ayudar a aliviar algunos de los síntomas. A menudo se recomienda la fisioterapia y la terapia ocupacional para mejorar la función y prevenir lesiones. Algunas personas pueden usar dispositivos para la movilidad, como sillas de ruedas, cuando la debilidad se torna más grave.

El síndrome pospoliomielítico (SPP) generalmente ocurre entre 15 y 40 años después de que la persona tuvo poliomielitis, una enfermedad viral infecciosa. Se cree que el SPP es el resultado del deterioro de las neuronas motoras a lo largo de muchos años, lo que provoca pérdida de la fuerza y disfunción de los músculos. No es contagiosa, y solo alguien que ha tenido poliomielitis puede desarrollar SPP. No todas las personas que han tenido poliomielitis desarrollan SPP.

La vacuna contra la poliomielitis ha erradicado esencialmente la poliomielitis de los EE. UU. Sin embargo, la poliomielitis aún existe en algunos países, donde aún se producen casos de SPP. 

El SPP rara vez es potencialmente mortal, pero los síntomas, que incluyen debilidad muscular, fatiga, atrofia y escoliosis, pueden interferir significativamente en la capacidad de la persona para funcionar de manera independiente.

 

Disfunción de las neuronas motoras inferiores

Disfunción de las neuronas motoras superioresAmbas
DescripciónEn estos trastornos, las neuronas motoras inferiores no pueden comunicarse con los músculosEn estos trastornos, la comunicación entre las neuronas motoras inferiores y las neuronas motoras superiores se ve alteradaEn estos trastornos, la comunicación tanto entre las neuronas motoras superiores e inferiores como entre las neuronas motoras inferiores y los músculos se ve afectada
TrastornosEnfermedad de Kennedy, atrofia muscular progresiva, atrofia muscular espinalEsclerosis lateral primariaEsclerosis lateral amiotrófica, parálisis bulbar progresiva
Síntomas frecuentesDebilidad muscular, atrofia, fasciculacionesRigidez muscular, reflejos hiperactivos, movimientos voluntarios lentos y difícilesPérdida rápida del control muscular, parálisis

¿Quién tiene más probabilidades de desarrollar enfermedades de las neuronas motoras?

Las ENM se producen tanto en adultos como en niños. En los niños, las ENM son causadas típicamente por mutaciones genéticas específicas, como en la atrofia muscular espinal. Los síntomas pueden estar presentes en el nacimiento o aparecer en la primera infancia. En adultos, es más probable que las ENM sean esporádicas, lo que significa que la enfermedad se produce sin antecedentes familiares. Los síntomas generalmente aparecen después de los 50 años de edad, aunque el inicio de la enfermedad puede ocurrir a cualquier edad.

Si bien algunas ENM son hereditarias, se desconocen las causas de la mayoría de las ENM. En las ENM esporádicas o no hereditarias, los factores ambientales, virales y/u otros factores pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la enfermedad.

¿Cómo se diagnostican y tratan las enfermedades de las neuronas motoras?

Diagnóstico de ENM

En la mayoría de los casos, no existen pruebas específicas para diagnosticar las ENM. Los síntomas varían entre las personas y, en las etapas iniciales, pueden ser similares a otras enfermedades, lo que dificulta el diagnóstico. Sin embargo, existen pruebas genéticas para la AME, la enfermedad de Kennedy y algunas causas genéticas de la ELA.

Para diagnosticar las ENM, el médico debe obtener antecedentes médicos exhaustivos y realizar un examen físico seguido de un examen neurológico exhaustivo para evaluar la función motora y sensorial, la audición y el habla, la visión, la coordinación y el equilibrio, el pensamiento y los cambios en el estado de ánimo o la conducta.

Las siguientes dos pruebas pueden identificar si la persona puede tener una enfermedad nerviosa o muscular, o bien una ENM.

  1. La electromiografía (EMG) se utiliza para diagnosticar trastornos de las neuronas motoras inferiores, así como trastornos musculares y de nervios periféricos. Evalúa la actividad eléctrica en los músculos durante el movimiento y en reposo.
  2. Por lo general, se realiza un estudio de conducción nerviosa en combinación con la EMG. Los estudios de conducción nerviosa miden la velocidad y el tamaño de la señal de los nervios usando electrodos pequeños pegados en la piel.

Algunas pruebas adicionales pueden incluir:

  • Pruebas de laboratorio de sangre, orina o líquido cefalorraquídeo para descartar otros trastornos que pueden tener síntomas similares a los de las ENM.
  • Las imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance imaging, MRI) son generalmente normales en las ENM. No obstante, las MRI pueden ayudar a excluir otras enfermedades que tienen síntomas similares a los de las ENM, como tumores cerebrales y de la médula espinal, inflamación, infección e irregularidades vasculares que pueden provocar un accidente cerebrovascular. Las MRI también puede detectar y monitorear trastornos inflamatorios como la esclerosis múltiple (en inglés) y pueden documentar lesiones cerebrales por traumatismos. A menudo se usan para descartar enfermedades que afectan la cabeza, el cuello y la médula espinal. La espectroscopia por resonancia magnética es un tipo de MRI que mide las sustancias químicas en el cerebro y puede usarse para evaluar la salud de las neuronas motoras superiores.
  • La biopsia de músculos o nervios puede ayudar a diagnosticar enfermedades musculares o nerviosas; sin embargo, es un procedimiento invasivo, y muchos expertos no creen que sea necesaria para diagnosticar una ENM.

Tratamiento de las ENM

No existe una cura para la mayoría de las ENM, aunque se están desarrollando nuevos tratamientos. La perspectiva de las personas con ENM varía según el tipo y la edad a la que comienzan los síntomas de la persona. Algunas ENM, como la ELP o la enfermedad de Kennedy, generalmente no son mortales y progresan lentamente. Los síntomas en personas con AME tipo III pueden permanecer estables durante períodos prolongados. Algunas formas de ENM, como la forma grave de AME y la ELA, son mortales.

Existen tratamientos disponibles para ayudar con algunos síntomas, y el tratamiento de apoyo puede ayudar a las personas a mantener su independencia y calidad de vida. Las clínicas multidisciplinarias, con especialistas en neurología, fisioterapia y terapia ocupacional, terapia respiratoria, terapia del habla y asistencia social son particularmente importantes en la atención de personas con ENM.

Medicamentos para tratar las ENM

Se han aprobado varios medicamentos para tratar las ENM. Algunos de estos medicamentos pueden retrasar la progresión de la ELA, y otros se dirigen a las mutaciones genéticas en la AME y las formas genéticas de ELA. A las personas con ENM se les pueden recetar relajantes musculares para reducir la rigidez muscular y aliviar los espasmos musculares. También pueden recibir inyecciones de toxina botulínica para tratar la rigidez muscular y debilitar los músculos hiperactivos o disminuir la salivación. La saliva excesiva también puede tratarse con medicamentos como amitriptilina, glicopirrolato y atropina.

Terapias de apoyo para las ENM

Las personas con ENM también pueden beneficiarse de terapias de apoyo y dispositivos de asistencia para ayudarlos a adaptarse a los cambios causados por los trastornos, y mantener la fuerza y la función durante el mayor tiempo posible.

La fisioterapia, la terapia ocupacional y la rehabilitación pueden ayudar a la persona a mejorar su postura, prevenir la inmovilidad articular y retrasar la debilidad muscular y la atrofia. Los ejercicios de estiramiento y fuerza pueden ayudar a reducir la rigidez y aumentar el rango de movimiento y la circulación. Algunas personas pueden beneficiarse de la terapia del habla para mejorar el habla, la capacidad de masticar y de tragar.

Las almohadillas térmicas pueden ayudar a aliviar el dolor muscular. Los dispositivos de movilidad y comunicación pueden ayudar a algunas personas a mantener su independencia.

Las personas con ENM deben consumir una dieta equilibrada que proporcione los nutrientes adecuados para ayudarlos a mantener su peso y fuerza tanto como sea posible.

En etapas posteriores de estos trastornos, las personas que no pueden masticar o tragar pueden necesitar una sonda de alimentación. Otros pueden necesitar respiradores para mejorar la respiración por la noche. Es posible que algunas personas también necesiten usar una máquina de respiración durante el día debido a la debilidad de los músculos respiratorios.

¿Cuáles son las últimas actualizaciones sobre las enfermedades de las neuronas motoras?

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, NINDS), un componente de los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health, NIH), lleva a cabo y respalda una amplia gama de investigaciones destinadas a descubrir la causa de las ENM, encontrar mejores tratamientos y, en última instancia, prevenir y curar los trastornos.

La investigación se centra en crear medicamentos nuevos y mejores, identificar mutaciones genéticas y otros factores que pueden influir en el desarrollo de estas enfermedades, y establecer biomarcadores (medidas biológicas de una enfermedad) que pueden usarse en estudios de investigación.

En 2023, el NINDS publicó un documento sobre prioridades estratégicas para la investigación de la ELA(pdf, 1818 KB) (en inglés) para acelerar el desarrollo de intervenciones eficaces para diagnosticar, tratar, manejar, prevenir o curar la ELA. Las prioridades se generaron con el aporte de científicos, médicos clínicos, defensores, personas que viven con ELA y sus familiares, cuidadores y el público en general.

En un esfuerzo más amplio, los investigadores del NINDS están estudiando los trastornos neurológicos hereditarios, incluidas las ENM, para conocer su progresión natural y el papel que desempeñan los genes en su desarrollo. Otros científicos del NINDS están estudiando el uso de ecografías para observar los nervios y los músculos y obtener más información sobre cómo funcionan. En otro estudio, los investigadores del NINDS están explorando una nueva técnica, llamada miografía por impedancia eléctrica, para evaluar los trastornos musculares y nerviosos, incluidas las ENM.

Los investigadores respaldados por el NINDS también están utilizando estrategias dirigidas a las mutaciones genéticas, incluidos oligonucleótidos antisentido y herramientas de edición de genes para desarrollar estrategias para corregir las mutaciones genéticas de las ENM, con el objetivo de desarrollar tratamientos para la ELA, la AME y otras causas genéticas de ENM.

Se puede encontrar más información sobre la investigación de las ENM respaldada por el NINDS y otros institutos y centros de los NIH utilizando NIH RePORTER (en inglés), una base de datos de búsqueda de proyectos de investigación actuales y pasados respaldados por los NIH y otros organismos federales. La base de datos RePORTER también incluye enlaces a publicaciones y recursos de estos proyectos.

 

¿Debe participar en un estudio clínico? (en inglés)

Los ensayos clínicos son estudios que nos permiten obtener más información sobre los trastornos y mejorar la atención. Pueden ayudar a conectar a los pacientes con opciones de tratamiento nuevas y a futuro.

 

¿Cómo podemos un ser querido o yo ayudar a mejorar la atención de las personas con enfermedades de las neuronas motoras?

Considere participar en un ensayo clínico para que los médicos y científicos puedan obtener más información sobre las ENM y los trastornos relacionados. La investigación clínica con participantes humanos en estudios puede ayudar a los investigadores a obtener más información sobre un trastorno y quizás encontrar mejores maneras de detectar, tratar o prevenir enfermedades de manera segura.

Todos los tipos de participantes son necesarios, los que están sanos o pueden tener una enfermedad, de todas las diferentes edades, sexos, razas y orígenes étnicos para garantizar que los resultados del estudio se apliquen a tantas personas como sea posible, y que los tratamientos sean seguros y eficaces para todas las personas que los utilizarán.

Para obtener información sobre la participación en la investigación clínica, visite NIH Clinical Research Trials and You (en inglés). Puede obtener información sobre los ensayos clínicos que actualmente buscan personas con ENM en Clinicaltrials.gov (en inglés).

¿Dónde puedo encontrar más información sobre las enfermedades de las neuronas motoras?

Puede encontrar información disponible de las siguientes organizaciones y recursos:

Asociación de ELA (en inglés)
202-407-8580

ALS Therapy Development Institute (en inglés)
617-441-7200

Cure SMA (en inglés)
800-886-1762

Kennedy's Disease Association (en inglés)
559-658-5950

Les Turner ALS Foundation (en inglés)
847-679-3311

Asociación de Distrofia Muscular (en inglés)
800-572-1717

Post-Polio Health International (en inglés)
314-534-0475

Project ALS (en inglés)
212-420-7382

Spastic Paraplegia Foundation (en inglés)
877-773-4483

Spinal Muscular Atrophy Foundation (en inglés)
646-253-7100 o 877-386-3762

Obtener información sobre temas relacionados

 
Solicitar publicaciones del catálogo del NINDS (en inglés)

El catálogo de publicaciones del NINDS ofrece materiales impresos sobre trastornos neurológicos para pacientes, profesionales de la salud y el público en general. Todos los materiales son gratuitos y también encontrará disponible una versión en PDF para descargar la mayoría de las publicaciones.