Parálisis de Bell

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¿Qué es la parálisis de Bell?

La parálisis de Bell es un trastorno neurológico que causa parálisis o debilidad en un lado de la cara. Ocurre cuando uno de los nervios que controla los músculos de la cara se lesiona o deja de funcionar correctamente. La parálisis de Bell es la causa más frecuente de parálisis facial. 

Los síntomas de la parálisis de Bell incluyen:

  • Debilidad o parálisis repentina en un lado de la cara
  • Cejas y boca caídas
  • Babeo de un lado de la boca
  • Dificultad para cerrar un párpado, lo que provoca sequedad ocular

Con mayor frecuencia, estos síntomas producen distorsiones faciales significativas.

Las personas que viven con parálisis de Bell también pueden desarrollar:

  • Dolor facial o sensaciones anormales
  • Lagrimeo excesivo en un ojo
  • Problemas con el gusto
  • Poca tolerancia a los ruid
  • Poca tolerancia a los ruidos fuertes
  • Dolor alrededor de la mandíbula y detrás de la oreja
  • Problemas para comer o beber

En casos poco frecuentes, la parálisis de Bell puede afectar ambos lados de la cara. Los síntomas aparecen repentinamente en un período de 48 a 72 horas y, por lo general, comienzan a mejorar después de algunas semanas. Los síntomas varían de una persona a otra y pueden ser de leves a graves. Las personas con parálisis de Bell generalmente recuperan parte o toda la función facial en un plazo de algunas semanas a seis meses. En ocasiones, la debilidad facial puede durar más tiempo o ser permanente.

La parálisis de Bell es el resultado de un problema en el nervio craneal VII, también llamado nervio facial, que conecta el cerebro con los músculos que controlan la expresión facial. El nervio craneal VII también participa en el gusto y la sensación del oído. 

¿Quién tiene más probabilidades de desarrollar parálisis de Bell?

La parálisis de Bell puede afectar a cualquier persona de cualquier sexo o edad, pero con mayor frecuencia afecta a personas de entre 15 y 45 años.

Un factor de riesgo es una afección o comportamiento que ocurre con mayor frecuencia en personas que tienen una enfermedad o afección, o que tienen un mayor riesgo de contraer una enfermedad, que en aquellas que no tienen este factor de riesgo. Los factores de riesgo para la parálisis de Bell incluyen embarazo, preeclampsia, obesidad, presión arterial alta, diabetes y enfermedades de las vías respiratorias superiores.

Se desconoce la causa exacta de la parálisis de Bell. Existe cierta evidencia de que la inflamación y la hinchazón del nervio craneal VII están involucradas, pero el motivo de esta hinchazón no está claro.

Los posibles desencadenantes de la parálisis de Bell pueden incluir:

  • Una infección viral existente (inactiva), como herpes simple o varicela
  • Deterioro de la inmunidad debido al estrés, la privación del sueño, un traumatismo físico, una enfermedad menor o síndromes autoinmunes
  • Infección de un nervio facial, y la inflamación resultante, causada por un trastorno como la enfermedad de Lyme
  • Daño en la vaina de mielina (el recubrimiento graso que aísla las fibras nerviosas)

¿Cómo se diagnostica y trata la parálisis de Bell?

Diagnóstico de la parálisis de Bell

Un médico realizará un examen físico. Este verificará si hay debilidad de los músculos faciales superior e inferior en un lado de la cara (incluida la frente, los párpados y la boca) que se iniciara en las últimas 72 horas. Durante el examen, el médico descartará otras posibles causas de parálisis facial. No existen pruebas de laboratorio específicas para confirmar el diagnóstico de parálisis de Bell.

En la mayoría de los casos, no es necesario realizar estudios de laboratorio o de diagnóstico por imágenes de rutina. No obstante, estas pruebas a veces pueden ayudar a confirmar un diagnóstico o descartar otras enfermedades o afecciones que pueden causar debilidad facial. Si no se puede identificar una causa específica, la afección puede diagnosticarse como parálisis de Bell. Los estudios de diagnóstico por imágenes pueden ser útiles si hay un progreso gradual de la debilidad facial o si se ve afectado algo más que la expresión facial, el gusto y la sensibilidad auditiva.

Los estudios de electromiografía y conducción nerviosa pueden ayudar a determinar la gravedad del trastorno y proporcionar una idea sobre la probabilidad de recuperación de la persona. Al elegir un plan de tratamiento, se pueden considerar las pruebas de laboratorio para la enfermedad de Lyme y otros virus.

Tratamiento de la parálisis de Bell

Los tratamientos frecuentes para los síntomas de la parálisis de Bell incluyen medicamentos, protección de los ojos, cirugía y otras terapias.

Pueden recetarse corticosteroides para la parálisis de Bell de nueva aparición. En la mayoría de los casos, los corticosteroides orales deben iniciarse dentro de los tres días de la aparición de los síntomas para reducir la inflamación y la hinchazón, y aumentar la probabilidad de recuperar la función del nervio facial. En algunas personas con parálisis de Bell, es posible que no respondan bien o no puedan tomar corticosteroides. En algunos casos, pueden recetarse medicamentos antivirales además de corticosteroides para aumentar la posibilidad de recuperar la función de la cara. Si la persona experimenta dolor con la parálisis de Bell, puede encontrar alivio al tomar analgésicos como aspirina, acetaminofeno o ibuprofeno. Para evitar interacciones farmacológicas peligrosas, si ya está tomando medicamentos recetados, hable con su médico o farmacéutico antes de tomar fármacos de venta libre.

Si la persona tiene problemas para cerrar uno o ambos párpados, las gotas oftálmicas lubricantes o los parches puede ayudar a mantener los ojos húmedos y protegerlo de residuos o lesiones, especialmente mientras duerme. La fisioterapia, el masaje facial o la acupuntura pueden mejorar la función del nervio facial y disminuir el dolor. En algunos casos, una cirugía estética o reconstructiva puede ser adecuada para solucionar una sonrisa torcida permanentemente o un párpado que no cierra.

¿Cuáles son las últimas actualizaciones sobre la parálisis de Bell?

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, NINDS), una parte de los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health, NIH), es el financiador federal líder del país en la investigación sobre trastornos neurológicos. El NINDS lleva a cabo y respalda un amplio programa de investigación para aumentar nuestra comprensión de cómo funciona el sistema nervioso y qué hace que el sistema a veces funcione mal. Parte de esta investigación se centra en aprender más sobre los mecanismos nerviosos involucrados en el movimiento y control de la cara y las circunstancias que provocan daño nervioso y parálisis facial. Esta investigación puede ayudar a los científicos a descubrir la causa definitiva de la parálisis de Bell, lo que llevaría al descubrimiento de nuevos tratamientos eficaces.

Los científicos están estudiando los efectos de la cirugía en la parálisis facial para comprender sus efectos en la función y la calidad de vida de las personas. Otros investigadores están evaluando una posible terapia para los problemas oculares que pueden ocurrir en personas con parálisis del nervio facial. En otro estudio, los investigadores están analizando la estimulación eléctrica para tratar la parálisis facial y la debilidad de los nervios.

Para encontrar artículos sobre la investigación de la parálisis de Bell, busque en PubMed (en inglés), que proporciona acceso gratuito a una base de datos de bibliografía biomédica.

 
¿Debe participar en un estudio clínico? (en inglés)

Los ensayos clínicos son estudios que nos permiten obtener más información sobre los trastornos y mejorar la atención. Pueden ayudar a conectar a los pacientes con opciones de tratamiento nuevas y a futuro.

¿Cómo podemos un ser querido o yo ayudar a mejorar la atención de las personas con parálisis de Bell?

Considere participar en un ensayo clínico para que los médicos y científicos puedan obtener más información sobre la parálisis de Bell. La investigación clínica utiliza participantes en estudios para ayudar a los investigadores a obtener más información sobre un trastorno y quizás encontrar mejores maneras de detectar, tratar o prevenir enfermedades de manera segura.

Todos los tipos de participantes son necesarios, los que están sanos o pueden tener una enfermedad, de todas las diferentes edades, sexos, razas y orígenes étnicos para garantizar que los resultados del estudio se apliquen a tantas personas como sea posible, y que los tratamientos sean seguros y eficaces para todas las personas que los utilizarán.

Para obtener información sobre la participación en la investigación clínica, visite NIH Clinical Research Trials and You (en inglés). Para obtener información sobre los ensayos clínicos sobre parálisis de Bell, busque en Clinicaltrials.gov (en inglés), una base de datos de los NIH que contiene información sobre estudios de investigación clínica financiados por el gobierno federal y organizaciones privadas. 

¿Dónde puedo encontrar más información sobre la parálisis de Bell?

Puede encontrar información disponible de las siguientes organizaciones y recursos:

Enfermedades Genéticas y Raras (Genetic and Rare Diseases, GARD) (en inglés)
Teléfono: 888-205-2311

MedlinePlus (en inglés)

Organización Nacional de Enfermedades Raras (National Organization for Rare Disorders, NORD) (en inglés)
Teléfono: 203-744-0100 o 800-999- 6673

 
Solicitar publicaciones del catálogo del NINDS (en inglés)

El catálogo de publicaciones del NINDS ofrece materiales impresos sobre trastornos neurológicos para pacientes, profesionales de la salud y el público en general. Todos los materiales son gratuitos y también encontrará disponible una versión en PDF para descargar la mayoría de las publicaciones.