Atrofia multisistémica

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¿Qué es la atrofia multisistémica?

La atrofia multisistémica (AMS) es un trastorno neurodegenerativo progresivo caracterizado por una combinación de síntomas que afectan tanto al sistema nervioso central (que controla cómo se mueve una persona) como el sistema nervioso autónomo, que controla funciones involuntarias como la presión arterial o la digestión. La AMS antes se conocía como síndrome de Shy-Drager, atrofia olivopontocerebelosa (AOPC) o degeneración estriatonigral.

Los síntomas de AMS reflejan la pérdida progresiva de la función y la muerte de diferentes tipos de células nerviosas en el cerebro y la médula espinal. La AMS pertenece a una familia de trastornos neurológicos conocidos como trastornos parkinsonianos atípicos. Los síntomas iniciales pueden ser difíciles de distinguir de los de la enfermedad de Parkinson y pueden incluir:

  • Lentitud en el movimiento, temblores o rigidez
  • Torpeza o falta de coordinación
  • Voz entrecortada y temblorosa
  • Desmayos o aturdimiento
  • Problemas con el control de la vejiga

Los síntomas tienden a aparecer cuando la persona tiene unos 50 años y avanzan rápidamente en el transcurso de 5 a 10 años. Una persona con AMS tendrá mayor dificultad en los movimientos y, con el tiempo, quedará postrada en cama. Las personas con AMS a menudo desarrollan problemas para tragar que pueden provocar neumonía en las etapas posteriores de la enfermedad.

Existen dos tipos diferentes de AMS, que se categorizan por los síntomas más prominentes de la persona cuando los evalúa un médico:

  1. La AMS de tipo parkinsoniano (AMS-P) tiene síntomas primarios similares a los de la enfermedad de Parkinson (como lentitud de movimiento, rigidez y temblores) junto con problemas de equilibrio, coordinación y disfunción del sistema nervioso autónomo (como problemas urinarios, anomalías en la sudoración y dificultades en la digestión).
     
  2. La AMS de tipo cerebeloso (AMS-C) está asociada a problemas de equilibrio y coordinación (ataxia), dificultad para tragar, problemas del habla o voz entrecortada y movimientos anormales de los ojos.

La AMS tiende a progresar más rápidamente que la enfermedad de Parkinson, y la mayoría de las personas con AMS necesitarán una ayuda para caminar, como un bastón o un andador, en el término de algunos años después de que comiencen los síntomas.

Otros síntomas de AMS incluyen:

  • Rigidez en las manos o las extremidades causada por contracturas (acortamiento crónico de los músculos o tendones alrededor de las articulaciones, que impide que las articulaciones se muevan libremente)
  • Una postura en la que el cuerpo se inclina involuntariamente hacia un lado (conocido como síndrome de Pisa)
  • Anterocolis, que provoca que el cuello se flexione hacia adelante y la cabeza caiga
  • Ansiedad o depresión
  • Trastorno de conducta del sueño con movimientos oculares rápidos (MOR), o TCSM: tendencia a actuar físicamente los sueños
  • Otros trastornos del sueño, incluida la apnea del sueño

¿Quién tiene más probabilidades de desarrollar atrofia multisistémica?

La AMS es una enfermedad poco frecuente que afecta entre 15,000 y 50,000 estadounidenses, incluidas personas de todos los grupos raciales. Se desconoce la causa de la AMS. La gran mayoría de los casos son esporádicos, es decir que ocurren al azar.

Una característica distintiva de la AMS es la acumulación de una proteína denominada alfa sinucleína en la glía, células especializadas que sostienen a las células nerviosas en el cerebro. Los depósitos de alfa sinucleína se producen particularmente en un tipo de célula glial que produce mielina, un recubrimiento que ayuda a las células nerviosas a enviar señales eléctricas. En la enfermedad de Parkinson, la alfa sinucleína se acumula en las células nerviosas, en lugar de en la glía, como se observa en la AMS. Debido a que ambas afecciones presentan una acumulación de la misma proteína, la AMS y la enfermedad de Parkinson a veces se denominan “sinucleinopatías”.

Se ha informado que ciertas variantes genéticas influyen en el riesgo de AMS, incluidos los genes relacionados con el estrés oxidativo, la inflamación y otros genes relacionados con la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, aún no se ha identificado un gen específico responsable de causar AMS y no se comprende bien la base genética de la AMS. Actualmente, no hay evidencia definitiva sobre el efecto de los factores ambientales (como sustancias químicas presentes en los alimentos, el aire o el agua) en el riesgo de una persona de desarrollar AMS. Se cree que una combinación de factores genéticos y ambientales probablemente contribuya al desarrollo y progreso de la enfermedad. 

¿Cómo se diagnostica y trata la atrofia multisistémica?

Diagnóstico de AMS

El diagnóstico de AMS puede ser difícil, particularmente en las etapas iniciales porque muchas de las características son similares a las observadas en la enfermedad de Parkinson. Además de tomar los antecedentes médicos y familiares de una persona y realizar un examen neurológico, el médico puede solicitar pruebas para respaldar el diagnóstico. Estas pruebas podrían incluir:

  • Pruebas autonómicas (como control de la presión arterial y el ritmo cardiaco)
  • Evaluación de la función de la vejiga
  • Escaneos cerebrales (neuroimágenes):
    • Las imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance imaging, MRI) pueden identificar cambios que sugieren AMS o descartar otras causas de los síntomas.
    • Las tomografías por emisión de positrones (TEP) pueden utilizarse para monitorear la función metabólica en partes específicas del cerebro.
    • Las exploraciones del transportador de dopamina (dopamine transporter, DaT) pueden evaluar la distribución y la actividad de la dopamina en el cerebro.

Las personas con AMS generalmente no observan mejoras en sus sistemas a largo plazo cuando toman medicamentos comúnmente recetados para tratar la enfermedad de Parkinson. Si los fármacos para la enfermedad de Parkinson no son eficaces para el tratamiento de la enfermedad, ese hallazgo puede ayudar a respaldar el diagnóstico de AMS.

Tratamiento de la AMS

Actualmente, no hay tratamientos para detener o retrasar el progreso de la AMS, y no existe una cura. Sin embargo, existen tratamientos para ayudar a las personas a lidiar con los síntomas.

  • Para algunas personas, la levodopa (un fármaco utilizado para tratar los síntomas de la enfermedad de Parkinson) puede ayudar a mejorar la función motora, pero los beneficios suelen ser de corta duración.
     
  • Los desmayos y el aturdimiento provocados por una disminución de la presión arterial al ponerse de pie (hipotensión ortostática) pueden mejorar al usar medias de compresión o una faja abdominal, agregar sal adicional a la dieta, aumentar la ingesta de agua y evitar las comidas pesadas. Los médicos pueden recetar medicamentos para evitar que la presión arterial disminuya.
     
  • Los médicos pueden recetar inyecciones de toxina botulínica (comúnmente conocida como botox) para aliviar las posturas musculares anormales (distonía).
     
  • También hay medicamentos disponibles para ayudar con el control de la vejiga y ciertos problemas del sueño observados en la AMS, como el trastorno de conducta del sueño con movimientos oculares rápidos, o TCSM.
     
  • La terapia del habla puede ayudar a identificar estrategias para abordar las dificultades para tragar. Algunas personas con AMS que tienen problemas significativos para tragar pueden necesitar una sonda de alimentación o apoyo nutricional.
     
  • La fisioterapia ayuda a mantener la movilidad, reducir las contracturas y disminuir los espasmos musculares y la postura anormal.
     
  • Los andadores y las sillas de ruedas pueden ayudar a medida que la movilidad disminuye en la persona con AMS. Los terapeutas ocupacionales pueden ayudar con la seguridad en el hogar y el aprendizaje de nuevas formas de abordar las actividades de la vida diaria, como vestirse y comer.

¿Cuáles son las últimas actualizaciones sobre atrofia multisistémica?

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, NINDS), parte de los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health, NIH), y otros institutos de los NIH apoyan la investigación sobre la AMS y los trastornos relacionados. El NINDS respalda la investigación para desarrollar y probar mejores medidas clínicas para la AMS y validar marcadores biológicos para un diagnóstico preciso y un tratamiento mejorado, lo que puede ayudar a garantizar que los ensayos clínicos sobre cualquier terapia desarrollada para la AMS puedan inscribir a las personas que tienen más probabilidades de beneficiarse.

Otros esfuerzos incluyen el Repositorio de muestras biológicas humanas para trastornos neurológicos (Biospecimen Exchange for Neurological Disorders, BioSEND) del NINDS (en inglés), que contiene muestras biológicas como sangre o líquido cefalorraquídeo recolectadas a través de estudios respaldados por el NINDS centrados en biomarcadores, y el Recurso de gestión de datos (Data Management Resource, DMR) del NINDS (en inglés), que proporciona a los investigadores herramientas que permiten la recopilación y el aseguramiento de la calidad de los datos clínicos en un formato estandarizado. El NINDS también participa en el programa de Iniciativa para Acelerar la Medicina, Enfermedad de Parkinson (Accelerating Medicines Partnership® Parkinson’s Disease, AMP PD) (en inglés), una colaboración pública-privada centrada en el descubrimiento de biomarcadores para avanzar en las terapias para tratar la enfermedad de Parkinson y otras sinucleinopatías, incluida la AMS.

Comprender la acumulación de alfa sinucleína

Los hallazgos de las investigaciones indican que la acumulación anormal de alfa sinucleína en las células nerviosas y sus células de soporte, incluida la glía, provoca disfunción celular y pérdida progresiva de la función de las células nerviosas (conocida como neurodegeneración). Los estudios sugieren que las diversas formas y estructuras de la alfa sinucleína podrían explicar por qué la proteína se acumula en las células gliales en la AMS y en las células nerviosas en la enfermedad de Parkinson.

Los estudios también han demostrado que la alfa sinucleína específica de la AMS conduce a la acumulación de proteínas en modelos animales de AMS. Actualmente, las investigaciones en curso se centran en encontrar formas de prevenir y tratar la acumulación de alfa sinucleína y su propagación en el cerebro.

Mejorar el diagnóstico

La AMS y otros trastornos debilitantes del movimiento suelen ser difíciles de distinguir entre sí. Los científicos financiados por el NINDS están utilizando herramientas especiales de imágenes del cerebro para desarrollar biomarcadores (signos que pueden indicar el riesgo de una enfermedad y mejorar el diagnóstico) que pueden distinguir la AMS de otros trastornos del movimiento y hacer un seguimiento de la neurodegeneración específica de esta enfermedad con el tiempo.

Los científicos respaldados por el NINDS también están estudiando si la identificación de tipos específicos de proteína alfa sinucleína anormal puede ayudar a diagnosticar de manera diferencial la AMS y otras enfermedades neurodegenerativas.

El Consorcio de Sinucleinopatía Prodrómica de América del Norte (North American Prodromal Synucleinopathy, NAPS) (en inglés) respaldado por los NIH recopila información clínica, biofluidos y datos de neuroimágenes para desarrollar biomarcadores de sinucleinopatías como la AMS y para crear un registro directo para ensayos clínicos de posibles participantes.

Se pueden encontrar investigaciones adicionales sobre la AMS en NIH RePORTER (en inglés), una base de datos de búsqueda de proyectos de investigación actuales y pasados respaldados por los NIH y otros organismos federales.

 
¿Debe participar en un estudio clínico? (en inglés)

Los ensayos clínicos son estudios que nos permiten obtener más información sobre los trastornos y mejorar la atención. Pueden ayudar a conectar a los pacientes con opciones de tratamiento nuevas y a futuro.

¿Cómo podemos un ser querido o yo ayudar a mejorar la atención de las personas con atrofia multisistémica?

Considere participar en un ensayo clínico para que los médicos y científicos puedan obtener más información sobre la AMS y los trastornos relacionados. La investigación clínica utiliza voluntarios humanos para ayudar a los investigadores a obtener más información sobre un trastorno y quizás encontrar mejores maneras de detectar, tratar o prevenir enfermedades de manera segura.

Todos los tipos de voluntarios son necesarios, los que están sanos o pueden tener una enfermedad, de todas las diferentes edades, sexos, razas y orígenes étnicos para garantizar que los resultados del estudio se apliquen a tantas personas como sea posible, y que los tratamientos sean seguros y eficaces para todas las personas que los utilizarán.

Para obtener información sobre la participación en la investigación clínica, visite NIH Clinical Research Trials and You (en inglés). Puede obtener información sobre los ensayos clínicos que actualmente buscan personas con AMS en Clinicaltrials.gov (en inglés). Para obtener información sobre los estudios de los NIH, comuníquese con la Oficina de Reclutamiento de Pacientes del Centro Clínico (en inglés).

¿Dónde puedo encontrar más información sobre la atrofia multisistémica?

Puede encontrar información disponible de las siguientes organizaciones y recursos:

Cure PSP (en inglés)
Teléfono: 800-457-4777 o 410-785-7004

Defeat MSA Alliance (en inglés)
Teléfono: 855-542-5672

Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (en inglés)
Teléfono: 301-496-6308 o 888-346-3656

 
Solicitar publicaciones del catálogo del NINDS (en inglés)

El catálogo de publicaciones del NINDS ofrece materiales impresos sobre trastornos neurológicos para pacientes, profesionales de la salud y el público en general. Todos los materiales son gratuitos y también encontrará disponible una versión en PDF para descargar la mayoría de las publicaciones.